Una barandilla que evitó tropezar en la escalera

La situación técnica del mercado permitió, en el transcurso de la última jornada de la tanda semanal, la acentuación de los factores de confianza que ya se apuntaron levemente en la sesión anterior, el miércoles pasado, por lo que ayer predominaron las órdenes compradoras de los barandilleros. El balance consistió en una ganancia de 1,15 puntos en el índice general, que contrasta con la pérdida de 2,41 % en el transcurso de la semana.El cambio de tendencia, sin embargo, no está plenamente asegurado, ya que la sesión de ayer presentó unos caracteres atípicos al encontrarse situada entre ...

La situación técnica del mercado permitió, en el transcurso de la última jornada de la tanda semanal, la acentuación de los factores de confianza que ya se apuntaron levemente en la sesión anterior, el miércoles pasado, por lo que ayer predominaron las órdenes compradoras de los barandilleros. El balance consistió en una ganancia de 1,15 puntos en el índice general, que contrasta con la pérdida de 2,41 % en el transcurso de la semana.El cambio de tendencia, sin embargo, no está plenamente asegurado, ya que la sesión de ayer presentó unos caracteres atípicos al encontrarse situada entre dos días sin operaciones. Los expertos aguardan al próximo lunes para realizar sus pronósticos con mayor seguridad y quizá nadie olvida que los chartistas anunciaron una posible caída hasta la cota del 137%. La barandilla -los ahorradores que asisten habitualmente a la contratación-, sin embargo, apuesta por nuevas subidas el lunes y martes.

Realmente los síntomas para un cambio de tendencia no están aún demasiado claros. Los volúmenes de contratación son débiles en cierta medida (1.413,7 millones de pesetas efectivas en la sesión del pasado miércoles) y las compras a crédito disminuyen continuamente (70,6 millones de pesetas en aquel mismo día, casi en su totalidad dirígidos al sector eléctrico). No es descartable que el mercado esté en el umbral de un cambio en ese sentido, pero muchos analistas prefieren continuar hablando de cambio de actitud.

Las condiciones para mejorar el perfil bursátil, no obstante, pueden darse sin demasiados problemas. No sólo porque la clara tendencia bajista del dólar (parece ser que los mercados mundiales de divisas han descontado ya la victoria de Reagan) favorece considerablemente a aquellas sociedades con endeudamiento exterior en moneda norteamericana, como es el caso de las eléctricas, sino porque la proximidad de final de año deberá aportar a la bolsa nuevo dinero fresco de aquellos contribuyentes que quieren realizar inversiones para acogerse a las desgravaciones fiscales.

Estos razonamientos, o semejantes, debieron ser seguidos ayer por muchos operadores, ya que los valores eléctricos fueron los más favorecidos por el alza, a pesar de que siguen sin despejarse las incógnitas en las negociaciones sobre compensaciones y ventas de activos. Igual ocurre con las ampliaciones previstas.

Los bancos, por su parte, también modificaron levemente su comportamiento anterior, y es significativo que Popular, Santander y Vizcaya registrasen ofertas de compras por un total de 90.878 títulos, lo que les permitió subir seis enteros, en el caso de la primera entidad, y tires en las dos restantes.

Las novedades de la sesión se centraron en el reparto del dividendo de 250 pesetas netas por parte de Asturiana del Zinc, que se saldó con la pérdida del mismo y un entero. Además, ayer comenzaron las ampliaciones de Portland Valderrivas, cuyo cupón cotizó a 160 y que se descontó íntegramente. También comenzaron las ampliaciones de la Compañía Auxiliar de Distribución de Electricidad Cobra, por 195 millones de pesetas, en la proporción de una por dos, liberada, y de Ribagorzana, por 11.709 millones, en la proporción de 1.000 pesetas nominales en acciones nuevas por 3.000 pesetas en acciones antiguas, a la par. Los cupones no llegaron a fijar cambio en estos dos últimos casos.