LA EMPRESA PÚBLICA EN ESPAÑA

Los tranquilos y saneados beneficios del petróleo

El petróleo, más que los hidrocarburos, es un negocio en España, al menos el que está en manos del sector público. El Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), un holding desagregado del INI con las miras puestas en la futura integración vertical de tan importante subsector industrial, ha dado beneficios globales desde su creación, en 1981, y, con excepción de sus empresas gasísticas, tiene garantizada una tranquila y saneada evolución, salvo imprevistos.No cabe duda de que el mayor negocio del INH está siendo, hasta la fecha, la distribución de productos carburantes derivados del petr...

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El petróleo, más que los hidrocarburos, es un negocio en España, al menos el que está en manos del sector público. El Instituto Nacional de Hidrocarburos (INH), un holding desagregado del INI con las miras puestas en la futura integración vertical de tan importante subsector industrial, ha dado beneficios globales desde su creación, en 1981, y, con excepción de sus empresas gasísticas, tiene garantizada una tranquila y saneada evolución, salvo imprevistos.No cabe duda de que el mayor negocio del INH está siendo, hasta la fecha, la distribución de productos carburantes derivados del petróleo. Protegida por un monopolio jurídico, Campsa (Compañía Arrendataria del Monopolio de Petróleos, SA) ha sido la estrella del INH, tanto cuando el Estado era simple mayoritario en su capital como en este año, cuando ostenta el 98% de sus acciones. En efecto, sus beneficios han sido siempre boyantes, superando en los dos últimos ejercicios la cifra de los 16.000 millones.

De cara al futuro, Campsa tiene el interrogante ante sí del proceso de reordenación del sector de hidrocarburos, que significará un importante cambio en su composición accionarial. Pero la incógnita mayor vendrá cuando la compañía tenga que hacer frente a la competencia exterior que significará la integración española en la CEE. Su preparación para esta labor supondrá un importante desario inversor.

En el refino, las dos empresas públicas -EMP y Petroliber- se han manejado con cierto decoro en los dos últimos años, pese a coincidir en este período la entrada en funcionamiento de las nuevas unidades catalíticas (FCC) de Puertollano y La Coruña. Ambas empresas están listas para el futuro, con la salvedad de la petroquímica de la primera, que presenta este año signos de recuperación.

El gas es el mayor problema del INH y su espina hasta la fecha. La duda está en saber el futuro de esta energía en España, pendiente de los contratos exteriores (Argelia, fundamentalmente) y de una filosofía aún no muy definida en lo que respecta a inversiones concretas. En cuanto a la prospección y exploración, siempre ha sido rentable, y el mayor esfuerzo desempeñado hasta la fecha en el INH se ha concentrado en este frente, donde está prevista la próxima fusión de las dos sociedades del grupo, Eniepsa e Hispanoil.

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