La guerra de las revistas del corazón

Una Prensa muy particular

En ningún otro país existe una Prensa del corazón que tenga las mismas o ni siquiera parecidas características a las de las ocho publicaciones españolas que se reparten el mayor segmento de compradores de Prensa escrita -la difusión media de estas ocho revistas supera los tres millones y medio de ejemplares a la semana- y buena parte del paquete publicitario de 26.000 millones de pesetas anuales que van a parar a todas las revistas en general.Nadie ha aportado todavía una explicación exacta a este fenómeno, que marca un elevado índice de lectura en un país en el que la lectura de periód...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

En ningún otro país existe una Prensa del corazón que tenga las mismas o ni siquiera parecidas características a las de las ocho publicaciones españolas que se reparten el mayor segmento de compradores de Prensa escrita -la difusión media de estas ocho revistas supera los tres millones y medio de ejemplares a la semana- y buena parte del paquete publicitario de 26.000 millones de pesetas anuales que van a parar a todas las revistas en general.Nadie ha aportado todavía una explicación exacta a este fenómeno, que marca un elevado índice de lectura en un país en el que la lectura de periódicos diarios está el el límite de lo admitido por la Unesco como deseable para considerar a un país desarrollado en determinados aspectos culturales.

Jaime Peñafiel, director de La Revista, dice que cuando el país está en crisis acude a este tipo de revistas, "que no son del corazón, sino de evasión". "La gente quiere ver la luz, la felicidad, y para ello necesita tener la base de la información gráfica".

Según admiten muchos de los responsables de la Prensa del corazón, ésta se mantiene en España sobre las bases de una estructura empresarial de carácter familiar, que tiene unos gastos de redacción muy pequeños -lo que le obliga a mantener a muy pocas personas en plantilla fija-, que basa el éxito de sus ventas en la obtención de exclusivas, que son suministradas por una multitud de agencias -principalmente gráficas- y de reporteros free lance, y que ofrece, sobre todo, información gráfica a todo color. El llamado personaje es la principal fuente de noticias para este tipo de publicaciones.

Algunos habían creído que la Prensa del corazón había entrado en crisis justamente porque cada vez escasea más el personaje. En el caso español, el hecho de que no se proyecten desde hace algún tiempo en Televisión Española las series millonarias norteamericanas ha hecho pensar a algunos que se agotarían los personajes cotidianos.

Para algunos, como el director de ¡Hola!, Eduardo Sánchez Junco, no existe crisis de personaje. "Acudimos a los que creemos que interesan al público". Para el director de ¡Hola! lo más importante de las revistas de este tipo es que van a informar del lado humano de la vida y, sobre todo, del lado humano de las personas. "Intentamos darle con un estilo digno y amable, de tal forma que podamos recoger la espuma de la vida, como decía mi padre, fundador de ¡Hola!.

Sánchez Junco se rebela contra las posibles críticas que desde sectores intelectuales se pueden hacer a estas revistas, y concretamente a la que él dirige. "En ningún caso se puede considerar lo que hacemos una contracultura. Abarcamos un campo del pensamiento humano, del gusto de las gentes, y lo hacemos con una gran categoría, con información gráfica y calidad de publicación. Pretendemos entretener a través de una publicación bien presentada y dignamente escrita, y con ello ayudamos a incrementar la cultura".

Archivado En