El presidente, en el diván

La aclaración del presidente del Gobierno, Felipe González, en torno a su propia afirmación de que se investigaría la financiación de los partidos y de la Prensa re sulta, como poco, enigmática. Es decir, muestra una vez más, pero se diría que de manera extrema, ese estilo sibilino e irresoluto hasta en la gramática que parece ser también cada vez más el del presidente, y vuelve a dejar a todo el mundo sumido en la mayor de las perplejidades. ( ... )Pero quizá todo se explicite -algún tanto, si se tiene en cuenta la coda o coletilla con que el señor González Márquez concluyó toda esta enigmáti...

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La aclaración del presidente del Gobierno, Felipe González, en torno a su propia afirmación de que se investigaría la financiación de los partidos y de la Prensa re sulta, como poco, enigmática. Es decir, muestra una vez más, pero se diría que de manera extrema, ese estilo sibilino e irresoluto hasta en la gramática que parece ser también cada vez más el del presidente, y vuelve a dejar a todo el mundo sumido en la mayor de las perplejidades. ( ... )Pero quizá todo se explicite -algún tanto, si se tiene en cuenta la coda o coletilla con que el señor González Márquez concluyó toda esta enigmática declaración de Cáceres sobre su impulsiva declaración de Valencia. Porque calificó de error el hecho de que "los partidos políticos. se amparan en la Prensa". Y "la peor evidencia", añadió, "que estamos. teniendo en España es que los políticos son aduladores con los periodistas".

Nuestra primera reacción sería el afirmar que, por el contrarío, mucho peor sería que los periodistas fueran aduladores de los políticos, y específicamente de los políticos que están en el poder; un supuesto que es probable que no incitara al poder precisamente a hacer averiguaciones sobre el sistema de financiación de una Prensa tan eficaz y encantadora.

Al hacer esa última afirmación, el señor González es como si se tendiese, efectivamente, en el diván y comenzara cándidamente a revelar todos sus fantasmas y aprensiones, pero también sus deseos más recónditos: que la Prensa debiera ser más benévola y complaciente con su Gobierno, y que es la oposición la que está copando. a la Prensa, o la Prensa se ha dejado seducir por ella, si es que no se ha vendido a ella.

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, 3 de octubre

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