Un inspector de policía mata a dos jóvenes que le intentaron atracar junto a un cajero automático

Dos jóvenes, Antolín Fernández González, de 22 años de edad, y Juan Francisco Calero, de 24 años, resultaron muertos ayer en Madrid, y un tercero herido, por los disparos que efectuó un inspector de policía al que intentaron atracar anoche junto a un Cajero automático. Una hora después, otro inspector de policía que se hallaba en un pub efectuó tres disparos durante una discusión con otros compañeros del Cuerpo a consecuencia de lo cual resultó gravemente herido Rafael Gil, camarero del establecimiento.

El asalto al inspector se produjo sobre las 20.15 horas de ayer cuando acababa de re...

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Dos jóvenes, Antolín Fernández González, de 22 años de edad, y Juan Francisco Calero, de 24 años, resultaron muertos ayer en Madrid, y un tercero herido, por los disparos que efectuó un inspector de policía al que intentaron atracar anoche junto a un Cajero automático. Una hora después, otro inspector de policía que se hallaba en un pub efectuó tres disparos durante una discusión con otros compañeros del Cuerpo a consecuencia de lo cual resultó gravemente herido Rafael Gil, camarero del establecimiento.

El asalto al inspector se produjo sobre las 20.15 horas de ayer cuando acababa de retirar 17.000 pesetas de un cajero automático de la sucursal de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Madrid, sita en la calle Uruguay número 8, cerca de la plaza de la República del Ecuador, en el distrito de Chamartín.Tres jóvenes, armados con navajas, se acercaron a él, ignorando en principio que se trataba de un inspector de policía, y le conminaron a que les entregase el dinero. Tras arrebatarle las 17.000 pesetas, uno de los asaltantes, según informaron fuentes de la Jefatura Superior de Policía, le dijo a uno de sus cómplices: "Pícalo, que tiene más".

El inspector fue agredido seguidamente por los asaltantes, que le tiraron al suelo. Una vez caído, el funcionario sacó su arma reglamentaria y efectuó un disparo intimidatorio.

Según declararía el inspector, posteriormente, uno de los agresores le dijo a otro, tras el disparo del agente: "Mátalo que es un pasma". Ante esta amenaza, el inspector disparó de nuevo, esta vez contra sus tres agresores, dos de los cuales quedaron tendidos en el suelo. El tercero, herido de bala, lograba huir.

Antolín Serrano González, uno de los atracadores, fue trasladado urgentemente al hospital infantil de San Rafael, situado en la calle de Serrano 199, donde ingresó ya cadáver. Los facultativos sólo pudieron certificar su muerte por herida de arma de fuego con entrada por hipocondrio derecho y salida por hemitórax izquierdo.

El otro agresor que resultó muerto, Juan Francisco Sánchez Calero, fue trasladado a la Ciudad Sanitaria La Paz, donde también ingresó cadáver. Según las citadas fuentes policiales, el inspector, tras el suceso, se trasladó a una Casa de Socorro sin precisar cuál. Estos informantes no precisaron el tipo de heridas que sufrió durante la agresión, aunque parece que fueron de carácter leve.

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Según informó la policía, cinco personas que presenciaron los hechos corroboraron en la comisaría de Chamartín la versión dada por el inspector, cuyo nombre no fue facilitado. En la citada comisaría se negaron a ofrecer más datos sobre el suceso.

Camarero herido

Por otra parte, otro inspector de policía que se encontraba en el pub Milos II, situado en la cuesta de Santo Domingo, cerca de la Gran Vía, efectuó tres disparos en el curso de una discusión con otros inspectores. Una de las balas hirió gravemente a Rafael Gil Navarro, de unos 26 años, camarero del establecimiento. El empleado fue alcanzado por un proyectil que le atravesó el pulmón izquierdo y se quedó alojado en el hemitórax.

Según fuentes policiales, el hecho se produjo sobre las 21.30 horas cuando el funcionario policial tomaba una copa con otros compañeros del Cuerpo con quienes inició una discusión. Instantes después, y visiblemente alterado, el inspector extrajo un arma de fuego y efectuó, al menos, tres disparos, según informaron varios empleados de un local cercano.

Los mismos inspectores que acompañaban al autor de los disparos lograron reducirle y llevarle detenido a comisaría, mientras Rafael Gil, alcanzado por una de las balas, era trasladado a la clínica de la Concepción. Los médicos de guardia en este hospital decidieron operar inmediatamente para extraer la bala. Al cierre de esta edición, y tras dos horas de intervención quirúrgica, el herido, cuyo pronóstico es grave, había sido ingresado en la Unidad de Vigilancia Intensiva.

Fuentes policiales manifestaron que se ha abierto expediente al autor de los disparos.

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