Cartas al director

Los incendios forestales

Hace tiempo que me ronda la idea por la cabeza. Nunca me había decidido a escribirla. Mas ahora, después de haber visto que no sólo arde España por los cuatro costados, dejando nuestros escasos bosques convertidos en eriales, sino que muere gente, mucha gente, achicharrada en los incendios, no puedo dejar de hacerlo.Se dice, se comenta, que un alto porcentaje de incendios son provocados, a fin de que las compañías papeleras, de celulosa, de derivados de la madera, adquieran a precios irrisorios la madera proveniente de los mismos; madera y materias primas que, de otra forma, se tendrían que im...

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Hace tiempo que me ronda la idea por la cabeza. Nunca me había decidido a escribirla. Mas ahora, después de haber visto que no sólo arde España por los cuatro costados, dejando nuestros escasos bosques convertidos en eriales, sino que muere gente, mucha gente, achicharrada en los incendios, no puedo dejar de hacerlo.Se dice, se comenta, que un alto porcentaje de incendios son provocados, a fin de que las compañías papeleras, de celulosa, de derivados de la madera, adquieran a precios irrisorios la madera proveniente de los mismos; madera y materias primas que, de otra forma, se tendrían que importar de países forestales, con la consiguiente merma en los beneficios.

Escribo lo de "se dice, se comenta" porque nadie ha podido probar la certeza de lo arriba dicho. Pues bien, lo que propongo es una forma de probar si tales especulaciones son ciertas o no. Nada más fácil que crear una empresa estatal que bajo el régimen jurídico de organismo autónomo o empresa nacional tenga por exclusivo cometido la compra, transformación y venta de toda la madera que provenga de incendios. Por otro lado, se prohibiría a las compañías con capital privado el acceso al mercado de dicha madera.

De esta forma, si las especulaciones fueran ciertas, se reduciría drásticamente el número de incendios en bosques, quedando reducidos a los meramente fortuitos y a los ocasionados por enfermos pirómanos.

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Si aquéllas no fueran ciertas, el número de incendios sería similar, pero se habrían creado puestos de trabajo y el Estado podría subvencionar a los medios de comunicación en especie.

Sería la única empresa pública que todos los españoles desearíamos que fuese deficitaria. ¡Ojalá nunca sus máquinas comenzasen a funcionar! Pero ahí estaría, expectante, para por si acaso. -

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