Reportaje:

Edwige Avice

La nueva secretaria de Estado de Defensa de Mitterrand tiene 39 años y pertenece al ala izquierdista del socialismo francés

Semanas atrás, cuando el nuevo primer ministro francés, Laurent Fabius, nombró secretario de Estado del Ministerio de Defensa a una mujer, inmediatamente se escribió el hecho sin precedentes "para la historia". Y rápidamente, también, los franceses hicieron los esfuerzos bucales-guturales necesarios para aprender a nombrar a la señora Avice, cuyo nombre, Edwige, no es cosa de todos los días. En pocas horas, esta mujer joven, de 39 años, la más atractiva, sin duda, del Gabinete Fabius, al matricularse como soldado en un ministerio, ganó la popularidad que no le había proporcionado el Ministerio...

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Semanas atrás, cuando el nuevo primer ministro francés, Laurent Fabius, nombró secretario de Estado del Ministerio de Defensa a una mujer, inmediatamente se escribió el hecho sin precedentes "para la historia". Y rápidamente, también, los franceses hicieron los esfuerzos bucales-guturales necesarios para aprender a nombrar a la señora Avice, cuyo nombre, Edwige, no es cosa de todos los días. En pocas horas, esta mujer joven, de 39 años, la más atractiva, sin duda, del Gabinete Fabius, al matricularse como soldado en un ministerio, ganó la popularidad que no le había proporcionado el Ministerio de los Deportes. Se dice que no hay tarea que le resulte imposible, ni macho que se le ponga por delante.

Desde mayo de 1981, cuando los socialistas, recién estrenado el poder de Estado, formaron el Gobierno, Avice ya ingresó en aquel primer Gabinete Mauroy como ministra delegada del Tiempo Libre, encargada de la Juventud y de los Deportes. Y, como de costumbre, o con más ahínco aún, continuó trabajando 15 horas diarias, entre otras razones, porque, como está casada y no tiene hijos, le queda más tiempo para su job.Como titular de la cartera de Deportes, provocó un alboroto en cuanto se sentó en su sillón de mando, porque, como sus colegas socialistas

duros (Avice pertenece al ala izquierdista del partido socialista), aún creía por aquel entonces que "el socialismo a la francesa" que enarbolaba el presidente François Miterrand, era cosa hecha: el mismo día que concluyó, aquel año, la Vuelta Ciclista a Francia, dejó entender que al de porte había que "revirginizarlo", suprimiendo la publicidad. También se declaró "profundamente en contra" los concursos, quinielas y demás "impurezas" de la vida de sociedad. Era cuando algunos tenores del socialismo, en el congreso de su partido, en Valence, llegaron a anunciar a los franceses que "hay que cortar cabezas".

Después todo se serenó poco a poco, y Avice ha dejado buenos recuerdos entre los deportistas, y lo que no sabe mucha gente es que, cuando ascendió a ministra de Defensa, a punto estuvo de reemplazarla en los deportes Michel Hidalgo, el entrenador nacional francés, de origen español. Por razones personales, se negó, y por ello, Fabius le ofreció el puesto a otro deportista el excampeón olímpico de patinaje artístico, y médico, Alain Calmat.

Nacida en la ciudad de Nervers Avice, que tiene la elegancia de dar la impresión siempre de que está de vacaciones, se licenció en letras, y en el Instituto de Estudios Políticos de París, y en el Instituto del Comercio Internacional. Fue cuadro administrativo en los hospitales de París, y se afilió al partido socialista (PS) en 1972, donde pronto se juntó con los extremistas del Ceres, el movimiento de reflexión más o menos izquierdista que encabeza Jean Pierre Chevenement, el actual titular de la cartera de Educación.

Desde 1976 ya fue diputada, y cuando, en 1981, los socialistas ganaron las elecciones presidenciales, Avice ya había ocupado pues tos en la dirección del PS. Los deportes, sus trabajos administrativos, como su lucha por los derechos de las mujeres, no le impidieron ganar a pulso el puesto histórico que ahora ocupa en el Ejército: en 1976, la que era joven diputada parisiense ya formó parte de la Comisión de Defensa de la Asamblea Nacional. En 1979, cuando ejercía de delegada

nacional del PS, fue encargada del servicio nacional. Y en su historia se cuentan varias proposiciones de ley sobre la mili, sobre los objetores de conciencia y sobre la supresión de los tribunales militares que, recuérdese, han sido liquidados por el Gobierno socialista.

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