Tribuna:

Jornadas de inactividad

El que ahora se estén consiguiendo los niveles de contratación más bajos del año responde a la tradición, aunque hay que tener en cuenta la enorme distancia que separa los volúmenes registrados este año con los anteriores, y al mismo tiempo da cuenta de la enorme precaución que están demostrando los inversores ante la cada vez menos incierta primera semana de septiembre. Otro fenómeno a tener en cuenta es la constante disminución de las partidas vendedoras, que, no por más repetido, es menos interesante a la hora de preparar un pronóstico para las sesiones venideras. El que apenas salgan títul...

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El que ahora se estén consiguiendo los niveles de contratación más bajos del año responde a la tradición, aunque hay que tener en cuenta la enorme distancia que separa los volúmenes registrados este año con los anteriores, y al mismo tiempo da cuenta de la enorme precaución que están demostrando los inversores ante la cada vez menos incierta primera semana de septiembre. Otro fenómeno a tener en cuenta es la constante disminución de las partidas vendedoras, que, no por más repetido, es menos interesante a la hora de preparar un pronóstico para las sesiones venideras. El que apenas salgan títulos a los corros hace pensar que las expectativas empiezan a ser menos malas para la semana que viene, y, por otra parte, el escaso dinero que aparece por los parqués invita a creer que no son demasiado buenas. No obstante, dentro de la inactividad, hay que concederle una cierta preponderancia a la toma de posiciones por parte de los compradores, que se ha traducido en las ligeras alzas de estos últimos días.Dentro de los parámetros de la inversión a corto hay que concederle alguna importancia al hecho de que, ante una baja de medio entero, el dinero haya considerado que el precio de unos títulos era ya lo suficientemente bueno como para hacerle rebotar por encima del nivel anterior. Esto no quiere decir sino que se empieza a generar un ambiente de confianza que está haciendo pensar que el tan temido inicio de septiembre pudiera no serlo tanto, y aquí es donde entra en juego el medio plazo. En los primeros seis días de este mes se ha comprado bastante más de lo que después ha salido a la venta buscando realizar los beneficios acumulados. Nunca, en los últimos años, la contratación había sido tan elevada en este mes, y la inversión a corto plazo no dispone de unos fondos tan importantes.

El ambiente que se respiraba ayer en los corros eléctricos sorprendió, en principio, por el contraste que ofrecía con las jornadas anteriores. De los valores más importantes del grupo, sólo FECSA y Sevillana mejoraron su cambio en menos de un entero en el mercado madrileño. Hidrola destacó en todas las bolsas, y entre los valores medianos sobresalían Cantábrico y Viesgo. Parte del mérito de esta recuperación hay que otorgárselo a Hidrola, ya que, al ser su corro el primero, lo que en él ocurre suele tener alguna influencia sobre lo que sucede después. No se contrató mucho en los corros, pero con la intención era más que suficiente para poder conocer el estado de ánimo de los inversores.

Los bancos también participaron del optimismo moderado de las eléctricas y ofrecieron una caja casi limpia de papel, pero con unos saldos compradores puramente testimoniales. Asimismo, los avances que protagonizaron Banesto, Popular y Vizcaya resultaron moderados, y, uniéndoles las repeticiones del resto de los siete, contribuyeron a la formación de esa especie de voto de confianza que la sesión de ayer les otorgó a los mercados de valores.

Los grupos industriales se mantuvieron a la expectativa, con posturas muy parecidas a las de los principales sectores, a las que no fue ajena la evolución del sector de comunicaciones. En Barcelona se apostó con un poco más de energía, y esto le valió ser el único mercado que cerraba con un beneficio superior a un punto.

Aún queda por ver lo que sucederá hoy en la sesión de cierre, pero no hay dudas de que el ambiente es ahora menos negativo que hace cuatro días; el optimismo va en alza, a pesar de que no se han recuperado todavía las pérdidas del lunes.

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