Fútbol

El presidente del Rácing, acusado de malversación de fondos del club

Samuel Lamarca, gerente del Rácing de Santander, acusó la semana pasada al presidente de la entidad, José Luis Cagigas, reelegido hace 20 días, de haber transferido en mayo, junio y agosto de 1983 cinco millones de pesetas del Rácing a su cuenta particular. Lamarca hizo referencia también a la tardanza en reintegrar otras cantidades, al cobro de seis millones de pesetas con el último crédito obtenido, al gasto de 2,5 millones en la fiesta del ascenso y, entre otras cuestiones, a la disposición de fondos del Rácing procedentes de préstamos cuyos intereses abonaba la sociedad.Apenas unas hor...

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Samuel Lamarca, gerente del Rácing de Santander, acusó la semana pasada al presidente de la entidad, José Luis Cagigas, reelegido hace 20 días, de haber transferido en mayo, junio y agosto de 1983 cinco millones de pesetas del Rácing a su cuenta particular. Lamarca hizo referencia también a la tardanza en reintegrar otras cantidades, al cobro de seis millones de pesetas con el último crédito obtenido, al gasto de 2,5 millones en la fiesta del ascenso y, entre otras cuestiones, a la disposición de fondos del Rácing procedentes de préstamos cuyos intereses abonaba la sociedad.Apenas unas horas después de efectuadas estas denuncias, en declaraciones al diario Alerta, la junta directiva del Rácing destituyó "por deslealtad grave y manifiesta" al gerente y comunicó a la comisaría de policía de Santander la falta en la sede social del libro de actas y de otros documentos oficiales del club. La junta consideró irresponsable la actitud de Samuel Lamarca y estimó que había dispuesto d e su cargo de confianza "para lesionar, insistentemente la imagen de la candidatura encabezada por el actual presidente".

Coincidiendo con el retorno a Primera División, al cumplir los 71 años de existencia, se convocaron elecciones a la presidencia que provocaron gran interés por parte de los tres candidatos, Emilio Bolado, Valentín Valle y José Luis Cagigas, y unas inversiones en publicidad nunca registradas en esta sociedad deportiva.

Los ataques en la campana preelectoral fueron durísimos. Las heridas no cicatrizaron, sino que se recrudecieron en los últimos días. El pasado fin de semana se desarrolló la asamblea anual ordinaria, que, en teoría, debía resultar de trámite. Sin embargo, las acusaciones del gerente hacia el presidente tensaron el ambiente y reavivaron las antipatías dejadas por la lucha electoral. En la asamblea, la directiva tuvo en su contra a la mayoría de los asistentes, quienes no aprobaron el balance de la situación y el desarrollo del presupuesto de la pasada campaña, si bien aceptaron el de 247 millones para la nueva temporada.

Pero en la reunión apenas se insistió en la deuda del club de 118 millones y en la dificultad para amortizarla a corto plazo, sino que se buscó forzar la dimisión de José Luis Cagigas, basándose en las certificaciones y acusaciones del gerente. Los directivos respaldaron sin vacilar al presidente y explicaron que, si ha dispuesto de varios millones, como afirma Lamarca, es porque Cagigas tiene desde 1978 abierta una cuenta en la que llegó a tener un saldo favorable de 18 millones de pesetas, pero también registró en estos años algún descubierto, uno de los cuales se apresuró a liquidar días antes de decidir concurrir a las últimas elecciones. En la asamblea, en la que se pidió la reposición del gerente, se ofrecieron detalles del extracto de la referida cuenta.

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