Cartas al director

Galas femeninas naturales

Me causó pena, una profunda pena espiritual, encararme con la carta publicada por EL PAÍS (23 de julio de 1984) bajo el título TVE cerró los ojos, firmada por Montse Villanueva, de Madrid.Que la delicadeza, consustancial con el alma femenina, se aleje, preocupada, del receptor televisivo, al informarse de las dentelladas, propiciadas por esos tiburones merodeadores de las aguas infectas del fraude y demás delitos económicos, devorando esperanza, ilusiones, afanes y sudores ajenos, es natural. Que las fibras filiales y maternales, inherentes a la femineidad, se alejen de los televisores conmovi...

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Me causó pena, una profunda pena espiritual, encararme con la carta publicada por EL PAÍS (23 de julio de 1984) bajo el título TVE cerró los ojos, firmada por Montse Villanueva, de Madrid.Que la delicadeza, consustancial con el alma femenina, se aleje, preocupada, del receptor televisivo, al informarse de las dentelladas, propiciadas por esos tiburones merodeadores de las aguas infectas del fraude y demás delitos económicos, devorando esperanza, ilusiones, afanes y sudores ajenos, es natural. Que las fibras filiales y maternales, inherentes a la femineidad, se alejen de los televisores conmovidas ante la tragedia de esos millones de seres que tienen vedado, por todos los rumbos de la rosa de los vientos, el derecho sagrado a un puesto de trabajo honrado, es lo justo.

Lo que me llena de perplejidad es el hecho de que una mujer, que se dice periodista, apague el chisme porque un informativo de TVE, al tratar el tema de la contaminación de algunas playas de nuestro litoral, mostrase galas femeninas naturales; con el añadido de enarbolar tan fútil pretexto como bandera angélica cazabrujas, aventurando incluso juicios de valor sobre el concepto "la dignidad del hombre, en todo lo que es".

El hombre, en mi opinión, no tiene más que una dignidad, compendio de dignidades: saber caminar por la vida honrando el libre albedrío que el mismo Dios nos otorgó, sin otra gendarmería, o decretos, que la misma estimación propia.- Norberto López.

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