En busca de socios para el futuro

Los dos grandes partidos han comenzado a sopesar las intenciones y exigencias de sus eventuales socios para la formación de un nuevo Gobierno de coalición. ¿Por qué esta prisa antes de conocer los resultados del escrutinio? El Likud y el Maarakh (laboristas) saben que ellos no obtendrán la mayoría absoluta, es decir, 61 diputados y deberán negociar alianzas.

Éstas son un paso previo antes de la presentación formal de los candidatos al jefe del Estado, después de conocidos los resultados de las elecciones. El encargo de formar Gobierno suele caer en aquel partido que más escaños ha o...

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Los dos grandes partidos han comenzado a sopesar las intenciones y exigencias de sus eventuales socios para la formación de un nuevo Gobierno de coalición. ¿Por qué esta prisa antes de conocer los resultados del escrutinio? El Likud y el Maarakh (laboristas) saben que ellos no obtendrán la mayoría absoluta, es decir, 61 diputados y deberán negociar alianzas.

Éstas son un paso previo antes de la presentación formal de los candidatos al jefe del Estado, después de conocidos los resultados de las elecciones. El encargo de formar Gobierno suele caer en aquel partido que más escaños ha obtenido.

Sin embargo, si un diputado, cualquiera que sea su pertenencia, presenta una lista con el apoyo de al menos 61 parlamentarios, éste será elegido para formar Gobierno. Esto sucedió en 1983 tras la dimisión de Menájem Begin. El Maarakh contaba entonces con 50 diputados, el Likud con sólo 46. Sin embargo, Isaac Shamir, líder del Likud, recibió el encargo de constituir un nuevo Gobierno.

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Los laboristas han concluido ya un acuerdo electoral con Ratz, Partido de los Derechos del Hombre, dirigido por la diputada Shulamith Aloni. Las negociaciones con el partido centrista Shinuy, dirigido por el profesor de Derecho Amnon Rubinstein, serán más trabajosas.

Igual ocurre con el Yahad, otra formación de centro fundada por Ezer Weizman, aunque tiene más posibilidades de pactar con el Maarakh que con el Likud. En cambio, el partido de Isaac Shamir no puede, en principio, contar con los ultras de Tehiya, dirigidos por el ministro del actual Gobierno Yuval Neeman.

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Los partidos religiosos irán probablemente con aquella formación política que más ofrezca.

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