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El día 3 del actual, a las 15:30 horas aproximadamente, cuando mi esposa se dirigía en su coche Seat 133, matrícula M-8467-AV, hacia el hospital de San Rafael de esta capital, con mi hijo de nueve años enfermo, sufrió en la carretera de Extremadura, kilómetro 16,300 (Móstoles-Alcorcón), un espectacular accidente al intentar adelantar a un autobús de la empresa De Blas y Compañía que le cerró el paso, propinándole un golpe y lanzando el coche fuera de la carretera, con la consiguiente pérdida del control del vehículo, logrando a duras penas incorporarse de nuevo a la circulación, justo delante ...

El día 3 del actual, a las 15:30 horas aproximadamente, cuando mi esposa se dirigía en su coche Seat 133, matrícula M-8467-AV, hacia el hospital de San Rafael de esta capital, con mi hijo de nueve años enfermo, sufrió en la carretera de Extremadura, kilómetro 16,300 (Móstoles-Alcorcón), un espectacular accidente al intentar adelantar a un autobús de la empresa De Blas y Compañía que le cerró el paso, propinándole un golpe y lanzando el coche fuera de la carretera, con la consiguiente pérdida del control del vehículo, logrando a duras penas incorporarse de nuevo a la circulación, justo delante de la camioneta, cuando fue otra vez embestida por ésta y lanzada contra los vehículos que circulaban en sentido contrario. Para evitar el choque -¿quizás mortal?-, mi esposa se vio obligada a efectuar un giro brusco, saliéndose de nuevo de la carretera y sufriendo tres aparatosas vueltas de campana, durante las cuales salió despedido mi hijo, afortunadamente con lesiones de pronóstico leve en su mano derecha, pero no así mi esposa, que gracias a Dios solamente se fracturó la clavícula izquierda (pronóstico grave), ya que fue socorrida rápidamente por los trabajadores de una obra cercana, mientras que el conductor del autobús se dio a la fuga.Insto a cualquiera que lo presenciara a facilitar la matrícula del referido autocar, toda vez que la empresa responsable encubre a sus profesionales del volante, de los que los sufridos conductores de la nacional V tenemos motivos de sobra para quejarnos, ya que soportamos las consecuencias a diario-