España, digna subcampeona de la Eurocopa de fútbol

Numerosas personas se manifestaron anoche ante la embajada francesa

Un grupo numeroso de manifestantes se concentró poco antes de la medianoche de ayer ante la embajada de Francia, en la calle Salustíano Olózaga, situada en las proximidades de la madrileña Puerta de Alcalá. Los manifestantes corearon diversos gritos contra el personal de la misma y los jugadores franceses, en especial contra Platini, y lanzaron huevos contra el edificio.La presencia policial, algunos de cuyos componentes fueron alcanzados por los proyectiles, hizo que los manifestantes optaran por abandonar la calle, a lo que habían sido invitados sin violencia por la policía. A partir de ese ...

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Un grupo numeroso de manifestantes se concentró poco antes de la medianoche de ayer ante la embajada de Francia, en la calle Salustíano Olózaga, situada en las proximidades de la madrileña Puerta de Alcalá. Los manifestantes corearon diversos gritos contra el personal de la misma y los jugadores franceses, en especial contra Platini, y lanzaron huevos contra el edificio.La presencia policial, algunos de cuyos componentes fueron alcanzados por los proyectiles, hizo que los manifestantes optaran por abandonar la calle, a lo que habían sido invitados sin violencia por la policía. A partir de ese momento, el acceso a la misma fue controlado, vehículo a vehículo, por miembros de la policía nacional.

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Los inanifestantes, a los que se añadieron a lo largo de la hora siguiente otros cientos de madrileños, convirtieron el paseo de Recoletos, la calle Alcalá y las plazas de Cibeles e Independencia en escenarios de una sonora protesta por el resultado de la final de la Eurocopa, con derrota española por 0-2, y la actuación del árbitro checoslovaco Christov, al que se le tachó de casero. Las bocinas y los gritos de "¡España, España!" se mezclaban.

Diez de aquéllos llegaron a subirse a la estatua de la Cibeles enarbolando banderas españolas, mientras eran animados entusiásticamente desde los numerosos coches.

La concentración de unas doscientas personas se produjo, finalmente, en la plaza de la Cibeles. Y, pasada la una y media de la madrugada, un grupo prendió fuego a una bandera francesa y, ardiendo, la izó a uno de los mástiles, entre gritos de "ifranchutes, franchutes!" y el estallido de bastantes petardos. La nueva aparición de la policía nacional terminó por disolver a los manifestantes.

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