Propuesta de compromiso en el conflicto del metal de la República Federal de Alemania

Los mediadores del conflicto entre el sindicato alemán del metal y la patronal anunciaron ayer haber elaborado una propuesta de compromiso que puede poner punto final al peor conflicto industrial de la historia de la República Federal de Alemania. Georg Leber, director de la comisión de arbitraje, señaló que la propuesta no había sido todavía presentada a las partes, cosa que será efectuada hoy, pero que presumiblemente Podría ser aceptada por patronal y sindicatos.

La huelga de metalúrgicos inició la semana bajo los efectos del fracaso de mediación del político democristiano Kurt B...

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Los mediadores del conflicto entre el sindicato alemán del metal y la patronal anunciaron ayer haber elaborado una propuesta de compromiso que puede poner punto final al peor conflicto industrial de la historia de la República Federal de Alemania. Georg Leber, director de la comisión de arbitraje, señaló que la propuesta no había sido todavía presentada a las partes, cosa que será efectuada hoy, pero que presumiblemente Podría ser aceptada por patronal y sindicatos.

La huelga de metalúrgicos inició la semana bajo los efectos del fracaso de mediación del político democristiano Kurt Biendenkopf, en el sector de artes gráficas, por la negativa empresarial a aceptar una reducción del tiempo de trabajo basada en más días de vacaciones anuales. La huelga del metal está a punto de concluir su sexta semana en el sector tarifario de Baden y Würtenberg del Norte, sin que los dos primeros días de actividad de la comisión de arbitraje extraordinario hayan producido resultados concretos.Ante el fracaso de las negociaciones directas, la patronal metalúrgica o el IG Metall acordaron poner en marcha el pasado jueves un procedimiento de arbitraje extraordinario. Se creó una comisión de seis miembros -tres de los patronos y tres del sindicato- con un presidente con voz y voto, el ex ministro de Defensa socialdemócrata Georg Leber (S PD), y un segundo presidente, sólo con voz, un catedrático de Derecho de la universidad de Constanza. La comisión tiene una semana para lograr un acuerdo, que deberá tomarse por unanimidad.

Mientras la comisión de arbitraje se reúne desde hace dos días en un lujoso hotel de Ludwigsburg, cerca de Stuttgart, la huelga y cierre patronal se mantiene con todo vigor en los distritos de Baden-Würtenberg y Hesse. El cajero del IG Metall declaró ayer que las reservas del sindicato son fuertes y se equivocan los que piensan que la caja de huelga no resistirá los pagos a los huelguistas y afectados por el cierre patronal que pagan sus cotas sindicales.

El cajero se negó, claro está, a declarar a cuánto asciende el volumen de las reservas sindicales, pero negó que el IG Metall haya puesto a la venta valores bancarios para tener liquidez suficiente a la hora de pagar. Según el cajero, en el mes de mayo se hicieron efectivos 200 millones de marcos (11.200 millones de pesetas) en valores que vencían; además, en los últimos cuatro años, 400 millones de marcos (22.400 millones de pesetas) pasaron a engrosar la caja de huelga del IG Metall. Se calcula que las seis semanas de huelga costaron al IG Metall 370 millones de marcos (casi 2 1.000 millones de pesetas).

Sin acuerdo en artes gráficas

El arbitraje en Ludwigsburg se ha puesto en marcha bajo la influencia psicológica negativa del fracaso de mediación en el sector de las artes gráficas, que reclama también las 35 horas semanales. En Düsseldorf, los empresarios de la imprenta rechazaron el jueves el proyecto de compromiso presentado por Kurt Biedenkopf, un democristiano que cuenta con muchas posibilidades de ser el futuro presidente de la Comisión de las Comunidades Europeas (CEE).El catedrático Biedenkopf, un brillante político que se ganó por sus arriesgadas opiniones el mote de El Catedrático Valiente y fue alejado de Bonn hacia la provincia por el hoy canciller, Helmut Kohl, propuso una solución para el conflicto de 35 horas semanales basada en un incremento de los días de vacaciones anuales. Biendenkopf partía en su plan del mantenimiento de la semana de 40 horas, pero con días completos de vacaciones se llegaba a una reducción efectiva de las horas de trabajo. El sindicato de la imprenta, IG Druck, se mostró dispuesto a aceptar el plan, pero los empresarios lo rechazaron categóricamente y aseguran que la propuesta de Biedenkopf` es todavía peor que las 35 horas semanales y equivale a conceder casi tres meses sin trabajar al año a los trabajadores de artes gráficas. La mediación de Biedenkopf, con los empresarios criticándole agriamente, acabó en rotundo fracaso.

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