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Manuel del Valle,

alcalde de Sevilla, se vio envuelto el día del Corpus en la guerra de los chaqués, peculiar forma de combate político desatada entre el Grupo Socialista y el Popular en el Ayuntamiento sevillano. Los socialistas, en mayoría, decidieron en vísperas de Semana Santa sustituir la obligación de los concejales de llevar chaqué en los grandes actos por la de un simple traje oscuro. Como protesta, los concejales populares renunciaron a presidir procesiones en Semana Santa. Pero el día del Corpus cambiaron de táctica y, en un audaz golpe de mano, se presentaron de chaqué. Aunque parte de los con...

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alcalde de Sevilla, se vio envuelto el día del Corpus en la guerra de los chaqués, peculiar forma de combate político desatada entre el Grupo Socialista y el Popular en el Ayuntamiento sevillano. Los socialistas, en mayoría, decidieron en vísperas de Semana Santa sustituir la obligación de los concejales de llevar chaqué en los grandes actos por la de un simple traje oscuro. Como protesta, los concejales populares renunciaron a presidir procesiones en Semana Santa. Pero el día del Corpus cambiaron de táctica y, en un audaz golpe de mano, se presentaron de chaqué. Aunque parte de los concejales socialistas accedieron a la petición del alcalde de no crear problemas y salir en la procesión aun a pesar de los chaqués de los insurrectos del Grupo Popular, otro grupo, comandado por uno de los más polémicos concejales, Guillermo Gutiérrez, se retiró, lo que hizo que los trajes oscuros de los socialistas conciliadores quedaran en minoría frente a los chaqués de los subversivos. Las peleas hicieron además que llegaran tarde a misa.

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