Tribuna:

Si hay pocas ganas de vender, menores son las de comprar

La festividad de hoy en los mercados nacionales -salvo Barcelona, que respeta la costumbre europea de operar el día de Corpus Christi- ha influido negativamente en el balance de la sesión de ayer, presidida por las realizaciones, aunque en discreta cuantía. Lo reducido de las operaciones se ha traducido en pequeños movimientos, cuando no en repeticiones, a excepción de algunos valores muy singularizados y que han respondido tanto a causas puramente técnicas como a movimientos especulativos.Quizá está llegando el momento de realizar un primer balance del alargamiento de la tanda semanal a cinco...

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La festividad de hoy en los mercados nacionales -salvo Barcelona, que respeta la costumbre europea de operar el día de Corpus Christi- ha influido negativamente en el balance de la sesión de ayer, presidida por las realizaciones, aunque en discreta cuantía. Lo reducido de las operaciones se ha traducido en pequeños movimientos, cuando no en repeticiones, a excepción de algunos valores muy singularizados y que han respondido tanto a causas puramente técnicas como a movimientos especulativos.Quizá está llegando el momento de realizar un primer balance del alargamiento de la tanda semanal a cinco sesiones, según la corta experiencia de que hoy se dispone. Parece como si el mercado llegase a las sesiones finales más cansado que antes. Las realizaciones, que tradicionalmente se venían efectuando el viernes, se adelantaron al jueves. Esta semana comenzaron el martes, ante la perspectiva de un jueves festivo. Ayer, miércoles, la ruptura del equilibrio a favor del papel era muy clara. Por cierto, que varios operadores coincidieron en señalar a Barcelona como el punto de origen de este papel.

Pero este cambio de fecha para la realización de plusvalías por parte de los operadores a corto no supone un cambio sustancial en la actitud del mercado, que continúa oponiendo resistencia a la baja. Las mínimas oscilaciones habidas ayer son prueba de ello.

Los expertos, sin embargo, están algo desconcertados por el comportamiento de la bolsa, y las previsiones son poco claras. En todo caso, señalan que si el próximo viernes el mercado no sufre nuevas presiones por parte del papel barcelonés, la Bolsa de Madrid podría beneficiarse de cierta estabilidad o incluso podría llegar a recuperarse.

De todas formas, algo importante debe cambiar si es que el mercado quiere asegurar las posiciones alcanzadas en jornadas anteriores. Los volúmenes de contratación continúan siendo muy reducidos, por lo que cualquier operación de compra o venta influye decisivamente en los índices -tanto general como sectoriales- y no faltan voces que señalan el peligro que supone mantener el mercado por encima del 121% con tan poco dinero: un gigante con pies de barro. En opinión de estos expertos, la bolsa está hoy sobrevalorada y consideran que un descenso puede ser la única solución para afianzar las posiciones y permitir unas posteriores ganancias más consolidadas.

Todas las sesiones tienen sus pequeñas anécdotas y ayer también acontecieron. Por una parte, el Hispano Americano comenzó a perder parte de su impulso, aunque remontó otros ocho enteros. Sin embargo, no consiguió tirar del corro bancario, que apostó por las repeticiones, a excepción del Herrero, que sufrió la pérdida de 24 enteros. Otro de los pesos pesados, Telefónica, comenzó a cotizar sus acciones nuevas, por lo que no pudo aguantar el cambio de la jornada anterior y cedió medio entero.

Algo parecido le ocurrió a Petromed, que al comenzar su ampliación cotizó el cupón a 615 pesetas, por lo que descontó éste y perdió 0,5 enteros, situándose en 395. Otra sociedad en ampliación, Vacesa, cambió el cupón a 45 pesetas. Pero la estrella del día fue Asturiana del Zinc, que obtuvo una ganancia de 38 enteros y se convirtió en el centro de atención de más de un experto.

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