La participación en las elecciones municipales, un 75%, cifra aceptable para el régimen polaco

El 75% del censo electoral, 19,5 millones de personas, votaron el domingo en las elecciones para los Consejos Populares (organismos municipales y provinciales), según las cifras facilitadas en la madrugada del lunes por el Gobierno polaco. El porcentaje, todavía provisional, refleja un cierto fracaso del llamamiento a la abstención hecho por Solidaridad desde la clandestinidad y constituye una cifra aceptable para el régimen, sin incurrir en los vergonzosos resultados de casi el 100%, habituales en otros países del llamado socialismo real.

El porcentaje del 75% es quizá demasiado pe...

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El 75% del censo electoral, 19,5 millones de personas, votaron el domingo en las elecciones para los Consejos Populares (organismos municipales y provinciales), según las cifras facilitadas en la madrugada del lunes por el Gobierno polaco. El porcentaje, todavía provisional, refleja un cierto fracaso del llamamiento a la abstención hecho por Solidaridad desde la clandestinidad y constituye una cifra aceptable para el régimen, sin incurrir en los vergonzosos resultados de casi el 100%, habituales en otros países del llamado socialismo real.

El porcentaje del 75% es quizá demasiado perfecto para no despertar alguna sospecha, alimentada también por el hecho de que los presidentes de mesas se negasen a informar sobre el censo de votantes de cada colegio, lo que induce a pensar que se trataba de ocultar algo por motivos poco confesables.La Prensa polaca calificó de "hito en el proceso de entendimiento nacional" las elecciones del domingo. El órgano del partido, Trybuna Ludu, comentó el ' resultado con la frase "Los polacos boicotearan al boicoteo".

En la propaganda previa a las elecciones no hubo intimidación, pero en la mentalidad de muchos polacos existe el temor de que no votar puede tener consecuencias negativas a la hora de pedir un pasaporte, obtener un puesto de trabajo o recibir una vivienda.

El régimen tiene la fuerza suficiente para contar con más de 200.000 candidatos dispuestos a colaborar activamente en todos los distritos del país.

En esta prueba de fuerza de las elecciones municipales, el régimen y la oposición se enfrentaron con un convidado de piedra, la jerarquía católica, que se abstuvo de pronunciarse en un sentido o en otro. La jerarquía calificó de opinión personal las, declaraciones en contra de las elecciones de algún cura de los más exaltados opositores al régimen, como Jerzy Popieluszko, de la iglesia de San Estanislao de Kostka, en Varsovia. Al mismo tiempo, la Prensa oficial se quedó sin poder ofrecer la foto del primado, cardenal Jozef Glemp, depositando la papeleta del voto.

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