MEDIADORAS

Pequeñas 'boutiques' para el gran dinero

Las SMMD compran activos financieros al por mayor y los venden al por menor entre los inversores particulares

Muchos ahorradores españoles posiblemente no hayan oído siquiera hablar de esas entidades de largo y complicado nombre: las sociedades mediadoras en el mercado del dinero, más conocidas en la jerga económica por sus siglas, SMMD, pero lo cierto es que ofrecen una gama de servicios interesantes para el inversor individual.Quizá convenga, antes que nada, explicar qué es una SMMD. Para explicarlo con palabras de José Luis Campos, director general de Iberdealer, la empresa líder del sector, ya que controla un 45% del sector, ya que controla un 45% de este mercado, "una SMMD es una sociedad interme...

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Muchos ahorradores españoles posiblemente no hayan oído siquiera hablar de esas entidades de largo y complicado nombre: las sociedades mediadoras en el mercado del dinero, más conocidas en la jerga económica por sus siglas, SMMD, pero lo cierto es que ofrecen una gama de servicios interesantes para el inversor individual.Quizá convenga, antes que nada, explicar qué es una SMMD. Para explicarlo con palabras de José Luis Campos, director general de Iberdealer, la empresa líder del sector, ya que controla un 45% del sector, ya que controla un 45% de este mercado, "una SMMD es una sociedad intermediaria financiera que toma posiciones por cuenta propia en los mercados públicos y privados de activos financieros líquidos inferiores a un año". Estas compras al por mayor permiten posteriormente unas ventas al por menor entre los ahorradores potenciales. La asunción de riesgos, por otro lado, diferencia a estas sociedades de los brokers, que actúan sólo como intermediarios.

El término mercado de dinero (o mercado monetario) se refiere a la oferta y la demanda de activos financieros y de instrumentos de cambio a corto plazo (menos de un año) y al por mayor. El término mercado de dinero se debe a que estos instrumentos pueden ser considerados como unos verdadero sustitutos del dinero en efectivo por su máxima liquidez y alta seguridad. Frente a este mercado del dinero se encuentra el mercado de capitales (banca, cajas de ahorro instituciones crediticias, bolsa, etcétera), que ofrece unos instrumentos financieros a más largo plazo. La frontera temporal entre uno y otro, realmente, no está definida y se basa en consideraciones de concepto.

Los mercados de dinero generalmente no cuentan con un lugar físico de contratación, ya que sólo consiste en la compra-venta realizada por las diversos elementos que prestan y toman activos financieros a corto plazo. Por ello, el inversor no debe extrañarse, si acude a una SMMD, que se encuentre que todo el montaje de la misma se limita a un gran panel de teléfonos. En el mercado del dinero, casi toda la actividad se desarrolla telefónicamente.

Mejores rentabilidades

Las SMMD almacenan aquellos títulos (pagarés del Tesoro, pagarés de empresas, certificados de depósito, bonos bancarios, letras emitidas en bolsa, deuda pública, etcétera) cuando prevén que los tipos de interés van a subir en el futuro, y venden estos mismos títulos cuando consideran que, por el contrario, los tipos van a descender. Además, compran a un plazo y financian a más corto plazo. Con este mecanismo pueden ofrecen a los inversores mejores rentabilidades que las obtenidas en las subastas de primera emisión.Esta función reguladora del mercado, por otra parte, ha sido el motivo de su creación por parte de los Ministerios de Hacienda y Economía y Comercio en diciembre de 1980, mientras que el consejo ejecutivo del Banco de España aprobó el 9 de enero de 1981 las condiciones que deben cumplir estas sociedades.

El Banco de España exige bastantes requisitos a la hora de autorizar la constitución de una SMMD. Por ejemplo, que ésta se constituya en sociedad anónima; que cuente con un capital mínimo suscrito de 250 millones de pesetas (un 25% desembolsado y el resto a desembolsar en un plazo resto a desembolsar en un plazo máximo de seis meses), representado por acciones nominativas, y que el Banco de España conozca previamente el cambio en la titularidad de las acciones. Además, la participación de una entidad de depósito (bancos, cajas de ahorros o cooperativas de crédito) no podrá ser superior al 10% del capital social.

Pero las cautelas del banco emisor van más allá. De esta forma, los nombramientos de los miembros del consejo de administración y de los cargos directivos de las SMMD deberán ser aprobados por el Banco de España, quien practica inspecciones regulares en libros y documentos de la sociedad mediadora y puede ordenar la realización de las auditorías que considere oportunas. También existen otras limitaciones en la composición de las carteras de valores de las SMMD. Así, el 25% de la cartera debe estar formada por activos públicos, y los certificados de depósito de una entidad que participe en su capital no pueden exceder del 10% del total.

Las 'siete hermanas'

Por todo ello, no es de extrañar que actualmente sólo existan siete SMMD en España: Credimensa, Siaf, Saittori (la única establecida en Barcelona), Interactivos, Samedi, Descontiver e Iberdealer. Las siete hermanas, como se autocalifican humorísticamente, han formado la Asociación Española de Sociedades Mediadoras (Aesme), y suelen cruzar operaciones entre ellas mismas. Unas, como Credimensa, Siaf y Samedi, son independientes, mientras que Saittori, Interactivos y Descontiver cuentan con participación de cajas y bancos. Iberdealer se enmarca, por su parte, en el grupo del Hispano Americano.El hecho de que algunas sociedades sean totalmente independientes, según afirma Fernando Iriondo, consejero-delegado de Credimensa y vicepresidente de Aesme, no influye para nada en la solvencia de estas sociedades, ya que las cautelas del Banco de España son tan estrictas que no hay lugar para las dudas. Guillermo Marín, director comercial de Iberdealer, considera, sin embargo, que contar con una cobertura como la del Hispano es ofrecer una imagen muy solvente ante los inversores.

En definitiva, las SMMD compran al por mayor y venden al por menor depósitos de bancos, cajas de ahorro y cooperativas de crédito, pagarés del Tesoro, letras emitidas en bolsa, certificados de depósito, bonos de caja, pagarés de empresas que hayan colocado previamente activos de este tipo a través de bolsa, bonos del Tesoro, bonos de caja de la banca industrial y, finalmente, cédulas hipotecarías (posibilidad que ha sido autorizada la pasada semana).

La actividad de las mediadoras, hasta este momento, se centra esencialmente en la transformación de los plazos en el mercado interbancario (toman a largo plazo y lo transforman con ventas a corto) para conseguir parte de su financiación, aunque los beneficios más sustanciales son obtenidos por la diferencia entre los tipos de compra y de venta a sus clientes.

En busca de los pagarés

En la compra-venta de activos a corto, las SMMD se han especializado en los pagarés del Tesoro, un 27% de los que se encuentran en manos del público ha sido negociado a través de estas mediadoras (unos 120.000 millones de pesetas en 1983). Esta especialización ha llevado a las SMMD a operar con estos activos financieros bien colocándolos a vencimiento (acuden al mercado primario y venden los títulos en el mercado secundario) o bien colocándolos a plazo determinado, comprometiéndose a amortizar el título en la fecha señalada (pacto de recompra). Este sistema, que es muy conveniente para rentar los saldos de tesorería de las empresas, tiene fijadas unas cantidades mínimas para poder acceder a él. El plazo de tiempo mínimo oscila entre un día y un año, y las cantidades de dinero a colocar oscilan de ocho a 10 millones de pesetas.También los inversores particulares pueden acudir al pacto de recompra, especialmente aconseja do después de haber vendido un piso o haber realizado un negocio; en definitiva, cuando se prevé una reinversión a plazo desconocido.

En estos casos es más rentable colocar el dinero en un pagaré con pacto de recompra -que se puede renovar, por otra parte- o dejar el dinero en una cuenta corriente (la diferencia es recibir un 0,5%-1% sobre un 14,5%.-15%). Pero si la cantidad a colocar es inferior a ocho millones de pesetas, se puede obtener un rendimiento equivalente mediante la compra de un pagaré con vencimiento corto, según el plazo que el inversor desee. También en este caso se puede renovar.

Tanto en los casos de pacto de recompra como en las ventas a vencimiento, las SMMD abonan la amortización el mismo día en que ésta ocurre, lo cual es una ventaja importante de cara a analizar la rentabilidad real del producto.

Por otra parte, las SMMD ofrecen los pagarés sin cobrar gastos adicionales: sus comisiones ya están incluidas cuando ofrecen la rentabilidad (que siempre es neta), tanto a la hora de la compra como de la amortización. Realmente, la plantilla de estas sociedades es muy pequeña y sus instalaciones poco importantes, por lo que sus costes de funcionamiento son mínimos. En este sentido, las mediadoras aseguran que la rentabilidad obtenida por la compra de un pagaré a través suyo supera al de la bolsa, ya que en ésta hay que descontar los gastos de corretaje y la demora de varios días en recibir la amortización.

Las SMMD fijan esta rentabilidad según los tipos que se ofrecen en el mercado primario (de emisión) y según aquellas partidas de títulos que han conseguido captar en el mercado secundario. Sin embargo, las diferencias ofrecidas entre unas SMMD y otras difícilmente superan el 1/8%.

La valoración de la rentabilidad en el mismo día en que se realiza la compra, por otra parte, supone que es absolutamente conveniente pagar en efectivo o mediante un talón del Banco de España, que puede ser solicitado en todos los bancos. Aunque se ha registrado el caso de que alguna entidad se ha negado a entregar este tipo de talones, el inversor debe exigirlo. De esta forma la transferencia se realiza en el día, mientras que si se paga con un talón ordinario se pierde un mínimo de 48 horas. Y no da lo mismo. Con una inversión de cinco millones de pesetas a un año, el retraso puede costar 15.000 pesetas en rentabilidad.

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