Un colegio público de Villaverde reanuda las clases después de conseguir protección policial

Alumnos y profesores del colegio público Virgen de África, situado en la calle de Salvador Martínez, en el distrito de Villaverde, se incorporaron ayer a las clases, tras mantener un día de inactividad escolar, en señal de protesta por los continuos asaltos y para solicitar vigilancia policial. El pasado lunes un joven de unos 16 años, con síntomas de estar bajo los efectos de la heroína, asaltó y amenazó con un navaja a varias niñas mientras se encontraban en el recreo. El mismo joven robó luego a dos profesoras mientras éstas daban sus clases.

Los 500 alumnos de EGB y preescolar y los...

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Alumnos y profesores del colegio público Virgen de África, situado en la calle de Salvador Martínez, en el distrito de Villaverde, se incorporaron ayer a las clases, tras mantener un día de inactividad escolar, en señal de protesta por los continuos asaltos y para solicitar vigilancia policial. El pasado lunes un joven de unos 16 años, con síntomas de estar bajo los efectos de la heroína, asaltó y amenazó con un navaja a varias niñas mientras se encontraban en el recreo. El mismo joven robó luego a dos profesoras mientras éstas daban sus clases.

Los 500 alumnos de EGB y preescolar y los 25 profesores del colegio Virgen de África entraron ayer a clase con normalidad, al comprobar que en la puerta del centro se encontraban apostados cuatro policías municipales enviados por la Junta de Distrito de Villaverde para garantizar su seguridad. El lunes, a media mañana, durante el recreo, un muchacho de unos 16 años, que logró saltar la valla metálica protectora, se introdujo en el patio, amenazó con una navaja a un grupo de niñas y les arrebató medallas y anillos, según han informado los profesores.El mismo muchacho, que según afirmó acababa de salir del centro de detención de jóvenes de Carabanchel, se mezcló entre los alumnos y penetró en las dependencias del colegio. Dos profesoras de sexto y séptimo de EGB fueron atracadas en plena clase, delante de los alumnos.

"Este no es un hecho aislado", afirma uno de los profesores. "La misma situación se ha repetido en varias ocasiones a lo largo del curso. También las clases son asaltadas y destruidas por la no che, sin ningún motivo. Ayer mismo, al entrar en una de las aulas de tercero de EGB, lo alumnos y los profesores nos hemos encontrado con que alguien había roto los barrotes de las ventanas y había entrado en la clase". Todo el material escolar estaba tirado por los suelos mezclado con orina. El botín del asalto consistió en unos lápices de colores, plastilina, unas tijeras y gusanos de seda.

No a los guetos

Los profesores y los niños identifican a los asaltantes con jóvenes residentes en el Rancho del Cordobés, una zona de chabolas próxima al centro escolar donde viven hacinadas numerosas personas de raza gitana. "Algunos pequeños procedentes de esa zona estudian en el colegio y se han adaptado perfectamente al sistema escolar y a la convivencia normal", afirman los profesores.

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"Las autoridades deben tomar medidas para mejorar las condiciones de vida de esta gente, en vez de juntarla en guetos", añade un portavoz del profesorado. "La detención de los chicos no sirve de nada, hay que hacer algo para integrarlos en la sociedad".

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