El jazmín de Madagascar.

El perfume de sus flores compensa su exigente atención

Un jazmín de Madagascar es una planta poco frecuente en los interiores: la principal razón es que se trata de una especie con bastantes exigencias, pero sus flores blancas y muy perfumadas, sus hojas de color verde oscuro y su tendencia trepadora, que puede guiarse sobre un soporte adecuado, son razones más que suficientes para intentar su cultivo. Los resultados compensan los esfuerzos.La especie más corriente es Stephanotis floribunda, que es originaria de Madagascar y que florece en esta época. Su principal condicionante es la luz: ha de ser abundante, pero sin que el sol incida dire...

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Un jazmín de Madagascar es una planta poco frecuente en los interiores: la principal razón es que se trata de una especie con bastantes exigencias, pero sus flores blancas y muy perfumadas, sus hojas de color verde oscuro y su tendencia trepadora, que puede guiarse sobre un soporte adecuado, son razones más que suficientes para intentar su cultivo. Los resultados compensan los esfuerzos.La especie más corriente es Stephanotis floribunda, que es originaria de Madagascar y que florece en esta época. Su principal condicionante es la luz: ha de ser abundante, pero sin que el sol incida directamente sobre la planta; las mejores habitaciones para su cultivo son las orientadas al sur o al oeste.

Conviene mantener una humedad ambiente elevada, realizando pulverizaciones sobre las hojas de tiempo en tiempo, especialmente, cuando el calor aprieta o en los momentos de mayor luminosidad. Hay que cuidar que el sustrato de cultivo esté constantemente húmedo o fresco. Lo mejor es regar a fondo. Este jazmín sabe adaptarse a las temperaturas norinales de los interiores y por ahí no deben temerse complicaciones, pero hay que procurar no mover la maceta o cambiarla de orientación cuando la planta se encuentre en flor, dado que estas pequeñas variaciones influyen mucho en esta sensible especie. Lo mejor es buscarle un lugar definitivo y dejarla ahí hasta el momento de reposo invernal; entonces puede cambiarse de sitio o aprovechar para realizar un cambio de maceta si la que tiene se le ha quedado pequeña. Este cambio no debe hacerse más de una vez cada dos o tres años.

SOPORTE TREPADOR

Un entramado de madera en forma de celosía adosado a una pared o en un vano bien iluminado puede ser un soporte excelente para que la planta trepe, reciba toda la luz que necesita y se exhiba con toda plenitud.

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