Tribuna:

Protagonismo de los valores segunda fila

Con un ligero matiz de decepción se inició la semana bursátil en el mercado de valores madrileño, donde algunas realizacion es de beneficios representaban un lastre para el mercado, que no se pudo incorporar a la bonanza genérica de la que habían disfrutado las restantes plazas en las reuniones del martes. No obstante, el índice general consiguió arrojar al término de las reuniones un saldo positivo de 40 centésimas, gracias, especialmente, a las aportaciones de los valores de segunda fila, encuadrados dentro de los sectores de inversión mobiliaria, siderúrgicas y químicas.La peor parte de la ...

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Con un ligero matiz de decepción se inició la semana bursátil en el mercado de valores madrileño, donde algunas realizacion es de beneficios representaban un lastre para el mercado, que no se pudo incorporar a la bonanza genérica de la que habían disfrutado las restantes plazas en las reuniones del martes. No obstante, el índice general consiguió arrojar al término de las reuniones un saldo positivo de 40 centésimas, gracias, especialmente, a las aportaciones de los valores de segunda fila, encuadrados dentro de los sectores de inversión mobiliaria, siderúrgicas y químicas.La peor parte de la reunión la llevó el sector de alimentación, donde El Aguila, con una nueva baja de consideración, arrastraba tras sí el índice particular del grupo. Estas acciones parecen estar nuevamente sometidas a los avatares del temporal vendedor, a pesar de que en las últimas reuniones un tornador institucional, socio cualificado de esta compañía, toma, a la baja, la práctica totalidad de los títulos que quedan ofertados en el mercado. Esta estrategia, evidentemente, no impide que continúen deslizándose los precios de las acciones de El Águila, a la baja en las sesiones posteriores, como así ha venido ocurriendo, a la vez que permite a este potente tomador consolidar su posición con precios cada vez más reducidos.

El grupo bancario continúa sometido al olvido de los inversores. Tan sólo las operaciones de mantenimiento diarias que realizan los respectivos cuidadores de estos títulos les permite mantenerse con una cierta dignidad.

El saldo genérico que ayer ofrecían los siete grandes de este sector rozaba las 20.000 acciones a la compra y se introducían algunos movimientos alcistas, especialmente notables en los casos de Hispano y Popular. La única baja de la reunión, en el mercado madrileño, correspondió al Bilbao, que presentaba una diferencia negativa de 7.000 títulos y cedía tres puntos como tributo aparente a la importante carrera alcista que protagonizó en semanas anteriores.

Por su parte, los valores eléctricos iniciaron la mañana con bastantes dudas y con los precios de las acciones de las grandes compañías manifestando unas oscilaciones que a última hora terminaban por decantarse en general por las repeticiones.

Se observó un discreto frenazo en el volumen de negocio real en estos corros, lo que hacía asegurar a algunos especialistas que se estaba concediendo un respiro a estas acciones para reemprender el proceso alcista, una vez realizadas las pertinentes faenas de limpieza de fondos.

El mercado de pagarés volvió a resultar el más animado, con mucho, de la reunión. Concretamente, los pagarés del Tesoro con pacto de recompra ejecutados ayer en el mercado madrileño superaban los 5.700 millones de pesetas, estableciéndose unos rendimientos con vencimiento próximo en torno al 13,75%, mientras que los efectos emitidos a plazo superior a seis meses superaban el 15%.

La negociación de pagarés de empresa se mostró un tanto más limitada, alcanzándose un volumen de 95 millones de pesetas y estableciéndose los rendimientos entre la banda del 16% para los de plazo superior a un año y el 15% para los que se pagarán a principios del próximo ejercicio.

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