Cartas al director

Los programas de Televisión Española

Ya que los programas teatrales de televisión, las más de las veces, son desafortunadas versiones de grandes autores hechas por ineptos, incapaces de crear obras originales, interpretadas además por comicuchos aficionados, de pésima dicción pueblerina, estuve viendo en la segunda cadena el programa dedicado a la delincuencia, del que yo también quiero dar mi opinion, con permiso del señor Tola, que no dejó opinar a todos los que estaban en el estudio.Por haber sido yo militante de la FUE, del partido socialista después y miliciano de la cultura más tarde, estuve en las cárceles franquistas cond...

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Ya que los programas teatrales de televisión, las más de las veces, son desafortunadas versiones de grandes autores hechas por ineptos, incapaces de crear obras originales, interpretadas además por comicuchos aficionados, de pésima dicción pueblerina, estuve viendo en la segunda cadena el programa dedicado a la delincuencia, del que yo también quiero dar mi opinion, con permiso del señor Tola, que no dejó opinar a todos los que estaban en el estudio.Por haber sido yo militante de la FUE, del partido socialista después y miliciano de la cultura más tarde, estuve en las cárceles franquistas condenado a 30 años y un día. Como ve no me puede acusar nadie de derechista.

Cuando salí de la cárcel, como nos pasó a muchos, me encontré destituido de mi plaza de maestro nacional, con la carrera de Filosofía y Letras sin terminar, sabiendo música e idiomas. Mi casa había desaparecido en uribombardeo. Mi familia, en la miseria; yo, sin trabajo y con antecedentes penales, pero, como tantos otros en mis mismas circunstancias, no robamos a nadie. Podíamos ser ex presos políticos, pero no de delitos comunes. Acepté un trabajo humilde, pero digno: peón de albañil.

Creo que lo que antecede me da fuerza para decir desde aquí que no estuvo afortunado el señor Chamorro al hacer la apología de los delincuentes; con ella se hace un mal servicio al partido y al Gobierno socialista, ya que si se le censura por su impotencia ante los delincuentes es porque éstos existen, y no sólo roban, matan sádicamente, contando de antemano con defensores que divagan defendiendo lo indefendible. Que no olvide el señor Chamorro y los amigos que le jaleaban que también pueden ser ellos víctimas de un ladrón y asesino suelto.

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Las leyes se hacen para cumplirlas, y lo mismo se debe castigar al que comete fraude de millones que al carterista, porque son parásitos ladrones que en una sociedad civilizada, como pretendemos que sea la nuestra, no tienen sitio. Para que nos respeten tenemos que respetar.

Como apuntaba un señor de los que presenciaban la emisión y no les dejaban hablar. En vez de tirar el dinero de los españoles en unos programas pésimos de televisión a base de peliculones yanquis, seriales de crimen y sexo, un carnaval de Madrid que acabó en una orgía de borrachera y botellas rotas.

Hay que educar al pueblo y llevar a la televisión, que es lo que ve la masa, a quienes conozcan científicamente los estragos de las drogas para que no caigan, como están cayendo, en semejante esclavitud. Hay que informar primero y crear, centros y escuelas para menores. Menos autonomías. Menos defensores del pueblo que no defienden a nadie. Menos caciques de capital de provincia, que arruinan a la nación con sus pagas; ese dinero es necesario para corregir vicios antes de que los viciosos nos invadan. Libertad para todos, para el joyero, el que lleva su alianza de boda, el taxista, la taquillera. Que todos podamos ir por la calle sin miedo.

Don José María Ruiz Gallardón centró el tema bien. Estoy de acuerdo con él porque soy, además de socialista de siempre, español y honrado. /

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