Los hispanos de Estados Unidos quieren mayor protagonismo político, económico y cultural

Los principales líderes de las organizaciones hispanas de Estados Unidos han concluido tres jornadas de reunión en Washington con la aprobación de una serie de resoluciones en las que piden mayor protagonismo político, económico y cultural. La población hispana, cifrada en unos 20 millones de personas, tiene particular importancia en la escena política en varios Estados (Tejas, California, Arizona, Nuevo México y Nueva York, en particular) y su voto es codiciado por los candidatos a la elección presidencial norteamericana del próximo 6 de noviembre.La política social, las relaciones exteriores...

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Los principales líderes de las organizaciones hispanas de Estados Unidos han concluido tres jornadas de reunión en Washington con la aprobación de una serie de resoluciones en las que piden mayor protagonismo político, económico y cultural. La población hispana, cifrada en unos 20 millones de personas, tiene particular importancia en la escena política en varios Estados (Tejas, California, Arizona, Nuevo México y Nueva York, en particular) y su voto es codiciado por los candidatos a la elección presidencial norteamericana del próximo 6 de noviembre.La política social, las relaciones exteriores, el desarrollo económico, la educación, la vivienda, el empleo, la administración de justicia, la salud, las artes y los medios de comunicación fueron analizados en diversas ponencias, con participación de los líderes más destacados de la comunidad, estadounidense de origen hispano.

En las resoluciones finales, los líderes políticos hispanos, los empresarios y los representantes sociales piden determinados puntos a los "gestores de la política y los asuntos sociales, en particular a los candidatos presidenciales, al Congreso y otros cargos elegibles". En definitiva, no quieren vender su voto a cualquier precio. Desean que se respeten y tengan en cuenta las aspiraciones de la minoría hispana, todavía marginada en numerosos aspectos de la sociedad norteamericana.

Entre las peticiones de la National Hispanic Leadership Conference destaca la determinación de adquirir mayor protagonismo político, a fin de conseguir la igualdad en todos los aspectos de la vida norteamericana. También se exige una mayor atención para favorecer las inversiones, crear empleos y lograr que se atienda al consumidor hispano por parte de empresas y organismos.

Otras resoluciones de gran impacto político van en dirección opuesta a la política de la Administración conservadora del presidente Ronald Reagan, en especial en materia de política de educación e inmigración. Los líderes hispanos piden el restablecimiento de los derechos para la educación bilingüe -recortados por la presente Administración Reagan- y se oponen al proyecto de la nueva ley de emigración Simpson-Mazzoli, en referencia al nombre de los autores, restrictiva para los hispanos y todavía pendiente de la aprobación del Congreso.

Aunque el voto hispano es tradicionalmente demócrata, en la elección presidencial de 1980 aumentó considerablemente el número de hispanos que votaron a Ronald Reagan. Cara a la elección del 6 de noviembre de este año, el actual presidente tampoco olvidó a los hispanos, invitando a sus líderes a un almuerzo en la Casa Blanca (véase EL PAIS del jueves), momento que aprovechó, básicamente, para defender su política de intervención militar en la región centroamericana.

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