Cartas al director

Sobre el embajador en Turquía

Sobre los últimos sucesos en los que sale a relucir el embajador español en Turquía, ya en el pasado mes de julio varias personas estuvimos en ese país por razones deportivas, y al requerir la ayuda del referido diplomático, su inoperancia rayó en el absurdo y total desconocimiento de la realidad.Al intentar conseguir un permiso para escalar el monte Ararat, la Federación Turca de Montaña nos aconsejó informar a nuestro embajador para que éste instara en los departamentos oportunos.

Pues bien, puestos al habla con éste, el cual nos recibió de pie y en el hall, casi antes de expon...

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Sobre los últimos sucesos en los que sale a relucir el embajador español en Turquía, ya en el pasado mes de julio varias personas estuvimos en ese país por razones deportivas, y al requerir la ayuda del referido diplomático, su inoperancia rayó en el absurdo y total desconocimiento de la realidad.Al intentar conseguir un permiso para escalar el monte Ararat, la Federación Turca de Montaña nos aconsejó informar a nuestro embajador para que éste instara en los departamentos oportunos.

Pues bien, puestos al habla con éste, el cual nos recibió de pie y en el hall, casi antes de exponerle el tema en cuestión nos dijo: "Yo no puedo hacer nada ... .", "aquello (refiriéndose a la zona de ubicación del monte Ararat) es zona de guerra...", "esto de subir montañas..., ¿por qué no se van a la costa y hacen turismo ... ?". "No se salgan de las carreteras nacionales...". Hasta terminar con una frase que se nos quedó grabada: "No me hagais tonterías". Por lo visto este señor no tenía ganas de complicarse la vida, si es que a eso se le puede llamar de esa forma.

La verdad es que después de los esfuerzos realizados por llegar hasta allí, no estábamos dispuestos a retroceder. Nos fuimos hacia el Ararat, a más de 1.000 kilómetros de Ankara. Ni por allí había guerra ni peligro, y además encontramos un verdadero pueblo turco formidable, que en todo momento nos trató como amigos. En el puesto militar existente en la llanura bajo el Ararat, quizá con esa incompetencia burocrática que caracteriza a la mayoría de los países, el militar jefe del puesto nos

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Sobre el embajador en Turquía

Jerez, Cádiz.

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