ANDALUCÍA

Tres niños roban en una librería para comprar heroína

Tres niños, de entre 9 y 16 años de edad, penetraron durante la tarde del martes en una pequeña librería del centro de Granada y, tras amenazar a la propietaria con un destornillador, se apoderaron de 15.000 pesetas, con las que compraron heroína y se drogaron. Avisada por la librera, la policía municipal detuvo después a los pequeños atracadores, a quienes la droga les hizo efecto cuando estaban en comisaría.Se trata de tres chicos granadinos, cuyos nombres responden a las iniciales J. C. R. O, el de 16 años; A. S. H, de 13, y J. F. H. S, de 9 años, todos ellos con domicilio en la Granada. El...

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Tres niños, de entre 9 y 16 años de edad, penetraron durante la tarde del martes en una pequeña librería del centro de Granada y, tras amenazar a la propietaria con un destornillador, se apoderaron de 15.000 pesetas, con las que compraron heroína y se drogaron. Avisada por la librera, la policía municipal detuvo después a los pequeños atracadores, a quienes la droga les hizo efecto cuando estaban en comisaría.Se trata de tres chicos granadinos, cuyos nombres responden a las iniciales J. C. R. O, el de 16 años; A. S. H, de 13, y J. F. H. S, de 9 años, todos ellos con domicilio en la Granada. El mayor ha sido entregado al juez, y los otros dos al tribunal de menores.

Los hechos se produjeron sobre las 20.00 horas del martes, cuando los tres muchachos entraron en la librería Sintra, situada en la céntrica calle Puente de Castañeda, en cuyo interior sólo se encontraba en ese momento la propietaria del establecimiento, Concepción Oliver. Después de cerrar tranquilamente la puerta tras de sí, dos de ellos dijeron "somos ladrones", al tiempo que el tercero, probablemente el mayor de los tres, se avalanzó con agilidad sobre la librera y la cogió con un brazo por el cuello, mientras la amenazaba con clavarle un destornillador que llevaba en la otra mano.

Una vez que los más pequeños se apoderaron de todo el dinero que había en la caja registradora, unas 15.000 pesetas en total, los atracadores se dieron a la fuga. En su carrera perdieron la mayoría de las monedas de 50 y 100 pesetas que acababan de guardar precipitadamente en los bolsillos. "Jamás se me hubiera ocurrido que aquellos niños podían ser atracadores", manifestó la librera.

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