Reportaje:Bricolaje

Método para cambiar la formica estropeada

En los paneles estratificados, las rayas, golpes y desgastes no se pueden parchear

Un descuido con la plancha de la ropa o un cazo recién sacado de la cocina, un desliz con un cuchillo, y la superficie de la mesa o las encimeras de la cocina pueden quedar estropeadas. Sabiendo trabajar con este material puede reparar tales desaguisados.La formica, railite, etcétera, son nombres comerciales para un mismo producto: los paneles estratificados, productos de revestimiento muy empleados cuando se busca un acabado duro, liso y fácil de limpiar. Por ello los encontramos en muebles de cocina y baño, fundamentalmente, aunque como revestimientos de paredes pueden ofrecer resultados muy...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Un descuido con la plancha de la ropa o un cazo recién sacado de la cocina, un desliz con un cuchillo, y la superficie de la mesa o las encimeras de la cocina pueden quedar estropeadas. Sabiendo trabajar con este material puede reparar tales desaguisados.La formica, railite, etcétera, son nombres comerciales para un mismo producto: los paneles estratificados, productos de revestimiento muy empleados cuando se busca un acabado duro, liso y fácil de limpiar. Por ello los encontramos en muebles de cocina y baño, fundamentalmente, aunque como revestimientos de paredes pueden ofrecer resultados muy decorativos. El problema que presentará es que el calor intenso, los golpes o rayas y -a la larga- el desgaste los hacen poco estéticos. Cuando ocurre esto hay que cambiar las superficies enteras, pues parchear no ofrece buenos resultados. Para despegar el estratificado de, por ejemplo, una mesa, levántele con una espátula por una esquina y avance tratando de sacarlo entero o, al menos, en trozos grandes. En la superficie del tablero quedarán restos de pegamento, que deberá lijar con lija gruesa hasta dejarla uniforme. Si quedan agujeros, emplastézcalos con masilla sintética, lijando después. Si la mesa tiene un guardacantos, no lo quite si está en buen uso.

Consiga un trozo de estratificado de su agrado. Si en el comercio se lo cortan a la medida, mejor, pues le ahorra trabajo, pero déle un centímero de más a cada medida para ajustar después. Si lo tiene que cortar usted, use una cuchilla fuerte y acabada en punta o un punzón afilado. Por el lado visto, y según la forma que precisa, raye el estratificado hasta al menos la mitad de su grosor. Use una regla para las rectas. Luego, parta en el borde de una mesa la lámina. Cuando más la haya rayado, mejor partirá. También puede cortar el estratificado con sierras de diente muy fino, en especial si ha de hacer cortes curvos. Tenga cuidado: es un material frágil durante e corte.

Para pegarlo a la mesa use cola de contacto: extiéndala en las dos caras (mesa y chapa) y deje secar el pegamento 10 minutos, hasta que no haga hilos al tocarlo. Ponga listoncitos sobre la mesa (véanse dibujos) y coloque el estratificado en su posición definitiva (no admite errores). Luego, vaya quitando los listoncitos y apretando bien fuerte.

Remate los bordes con una lima, moviéndola siempre hacia abajo; si no lo hace, la chapa salta y quedan mordiscos. Suavice con una lija, biselando ligeramente todos los bordes.

Archivado En