La increíble justicia 'socialista'

El 15 de Febrero de 1974 obtuve mi primer pasaporte. Se exigía entonces lo mismo que ahora: certificado de penales, fotografias, carné de identidad, etcétera. Cinco años más tarde, el 12 de febrero de 1979, una vez cumplido su plazo de validez, lo renové. Ni en una ni en otra ocasión encontré la mínima dificultad. El pasado 12 de febrero inicié de nuevo los trámites de renovación y solicité a tal efecto el certificado de penales. Al día siguiente fui a recogerlo con la mayor confianza y me encuentro con que me lo han denegado, y en lugar del certificado que esperaba me entregan un documento de...

El 15 de Febrero de 1974 obtuve mi primer pasaporte. Se exigía entonces lo mismo que ahora: certificado de penales, fotografias, carné de identidad, etcétera. Cinco años más tarde, el 12 de febrero de 1979, una vez cumplido su plazo de validez, lo renové. Ni en una ni en otra ocasión encontré la mínima dificultad. El pasado 12 de febrero inicié de nuevo los trámites de renovación y solicité a tal efecto el certificado de penales. Al día siguiente fui a recogerlo con la mayor confianza y me encuentro con que me lo han denegado, y en lugar del certificado que esperaba me entregan un documento del Ministerio de Justicia en el que se dice que fui condenado en sentencia de fecha -¡agárrense!- 26 de enero de 1944, en la causa 000852, año desconocido, seguida por autoridad judicial de la I Región Militar de Madrid, por un delito de rebelión, a la pena de 30 años de reclusión mayor (que, en realidad, fue pena de muerte por garrote vil, conmutada el 5 de agosto del mismo año).Imagínense mi sorpresa y mi indignación. Tras 10 años con pasaporte, tras 40 años desde esa condena, tras haberse hecho público que los expedientes de los antifranquistas habían sido cancelados y destruidos, cuando, según tengo entendido, los delitos pres-

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