Tres días después de la muerte de Yuri Andropov se mantiene abierta la incógnita sobre su sucesión

Transcurridos tres días desde el fallecimiento del máximo dirigente de la Unión Soviética, Yuri Andropov, la incógnita que pende sobre su sucesión mantiene en vilo a los centros de poder de todo el mundo. Los inescrutables designios de la cúpula dirigente soviética y las sospechas de que la lucha por el poder es en este caso más acentuada que cuando, hace 15 meses, falleció Leonid Breznev, mantienen virtualmente paralizadas las diplomacias del Este y del Oeste. El hombre que haya de suceder al difunto secretario general del Partido Comunista de la URSS (PCUS) -que acaparaba asimismo la preside...

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Transcurridos tres días desde el fallecimiento del máximo dirigente de la Unión Soviética, Yuri Andropov, la incógnita que pende sobre su sucesión mantiene en vilo a los centros de poder de todo el mundo. Los inescrutables designios de la cúpula dirigente soviética y las sospechas de que la lucha por el poder es en este caso más acentuada que cuando, hace 15 meses, falleció Leonid Breznev, mantienen virtualmente paralizadas las diplomacias del Este y del Oeste. El hombre que haya de suceder al difunto secretario general del Partido Comunista de la URSS (PCUS) -que acaparaba asimismo la presidencia del Presidiúm del Soviet Supremo- ha de ser elegido por el comité central, a propuesta del Politburó. La enorme influencia que ejerce Moscú en la estrategia política mundial convierte en más angustiosa aún la espera. Todo apunta, no obstante, a que cuando mañana empiecen a llegar las delegaciones para asistir a los funerales de Yuri Andropov, la incógnita se habrá desvelado. Y que cuando el martes se proceda al entierro del que fuera jefe de los servicios secretos (KGB) durante 15 años, las exequias estarán presididas por el hombre destinado a llevar las riendas de una de las dos grandes potencias nucleares.

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