Cartas al director

Tres gigantescos folios

"Once mil palabras apenas son tres folios escritos a doble espacio". Con este inverosímil descubrimiento colmenzaba su columna Juan Cueto, en !a última página de este diario, el viernes 6 de enero. Y en ello se basa para hacer una reflexión-columna de folio y medio (media ración para los pobres consumidores de información, según Cueto) sobre la falta de consumo de información en la era del MIT.Sabrá que: en un folio de los que escribe Juan Cueto, si no difieren bastante de los que se pueden comprar en las papelerías y vienen a tener 31,5 centímetros por 21,5,

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"Once mil palabras apenas son tres folios escritos a doble espacio". Con este inverosímil descubrimiento colmenzaba su columna Juan Cueto, en !a última página de este diario, el viernes 6 de enero. Y en ello se basa para hacer una reflexión-columna de folio y medio (media ración para los pobres consumidores de información, según Cueto) sobre la falta de consumo de información en la era del MIT.Sabrá que: en un folio de los que escribe Juan Cueto, si no difieren bastante de los que se pueden comprar en las papelerías y vienen a tener 31,5 centímetros por 21,5,

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suelen escribirse apenas 300 palabras. De lo que se deduce que para meter 11.000 palabras apenas se necesitan 37 folios. Siendo poco educado y tacaño y no dejando márgenes ni para poner una grapa bambina, se puede llegar a 500 o 600 per folio, lo que apenas supone 20 folios.

En cualquiera de los casos no es El Quijote, pero no son tres folios. Once mil palabras equivalen más o menos a cualquier tema de cualquier oposición engorrosa o también a unas... ¡25 columnas-reflexíones de Juan Cueto!, ¡qué horror!

Hay que documentarse. Sobre todo hay que interpretar bien las informaciones documentales, que después quedará tiempo para lacónicas subjetividades columnarías. Y, si no se quiere hacer cuentas, porque la mayoría de los columnistas presumen de no saber o no querer, consúltese a los confeccionadores de este periódico serio que es EL PAIS. En el caso de Cueto puede, además, consultarlo a los que hacen la revista de literatura que dirige en el Norte o a cualquiera de sus editores./

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