Pierre Mauroy, partidario de concluir cuanto antes la negociación con Portugal

La visita del primer ministro francés a Lisboa confirma el inicio de la gran ofensiva europea del presidente François Mitterrand. En sus declaraciones públicas, Pierre Mauroy se limitó a confirmar que su presencia en la, capital portuguesa tenía como objetivo el ofrecer "un soplo de esperanza" a las pretensiones lusas de concluir en los próximos meses el proceso de negociación sobre el Ingreso de Portugal en las Comunidad Económica Europea (CEE).Mauroy debió ser, con toda seguridad, más contundente en sus conversaciones particulares con los gobernantes portugueses. Lo cierto es que ésto...

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La visita del primer ministro francés a Lisboa confirma el inicio de la gran ofensiva europea del presidente François Mitterrand. En sus declaraciones públicas, Pierre Mauroy se limitó a confirmar que su presencia en la, capital portuguesa tenía como objetivo el ofrecer "un soplo de esperanza" a las pretensiones lusas de concluir en los próximos meses el proceso de negociación sobre el Ingreso de Portugal en las Comunidad Económica Europea (CEE).Mauroy debió ser, con toda seguridad, más contundente en sus conversaciones particulares con los gobernantes portugueses. Lo cierto es que éstos han interpretado la actitud del Gobierno francés como un compromiso formal, cuyos primeros efectos prácticos deberán manifestarse la próxima semana, con ocasión del viaje que el ministro luso de Economía, Ernani Lopes, realizará a Bruselas.

Pierre Mauroy no ocultó que las próximas elecciones al Parlamento Europeo condicionan el calendario de ampliación y que el presidente Mitterrand está empeñado en terminar definitivamente la cuestión en la cumbre de marzo, o incluso antes.

Dirigiéndose a la comunidad francesa en Portugal, Mauroy dijo que no podía permitirse que las elecciones europeas se transformen en un plebiscito en favor o en contra del ingreso de España y Portugal en la CEE.

La finalización de las negociaciones con Portugal, con el intercambio de documentos previo a la firma del tratado, sería una buena manera de dar por resuelta la cuestión de la ampliación. Hasta la ratificación definitiva quedaría un plazo para las negociaciones con Madrid, que, como dijo también en Lisboa el jefe del Gobierno francés, son mucho más complejas y delicadas, independientemente de la voluntad común de un arreglo positivo, y exigirán "mayores esfuerzos de todos, de los diez, de Francia y también de España".

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