Tribuna:

Continúa el predominio de las órdenes vendedoras

Una vez más, el juego de oferta y demanda del que acostumbran a resultar los precios en cualquier mercado -y la Bolsa, aunque a veces no lo parezca, lo es-, volvió a arrojar un balance claramente decantado del lado de los vendedores, aunque la razón resultó un día mas el claro abandonismo de los hipotéticos compradores, que continúan observando perplejos los rendimientos de las emisiones de renta fija, y en concreto de los bonos eléctricos, sobre los que se centra un importante volumen de demanda que está obligando realizar prorrateos entre los suscriptores de algunas de estas emisiones...

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Una vez más, el juego de oferta y demanda del que acostumbran a resultar los precios en cualquier mercado -y la Bolsa, aunque a veces no lo parezca, lo es-, volvió a arrojar un balance claramente decantado del lado de los vendedores, aunque la razón resultó un día mas el claro abandonismo de los hipotéticos compradores, que continúan observando perplejos los rendimientos de las emisiones de renta fija, y en concreto de los bonos eléctricos, sobre los que se centra un importante volumen de demanda que está obligando realizar prorrateos entre los suscriptores de algunas de estas emisiones.El atractivo adicional que plantea la posibilidad de afectar a estas compras a la desgravación del impuesto sobre la renta, a pesar de que sean materializadas en los primeros días del próximo año, contribuye a reconducir hacia este mercado una buena parte de los escasos recursos ociosos. Claro que otra cosa es, en algunos casos, cuando sean admitidos a cotización, y por tanto transmisibles, estos títulos.

Las bajas volvieron afectar casi por igual a la mayor parte de los valores que se negociaron. No obstante, las eléctricas continúan siendo uno de los objetos de venta favoritos de los inversores. Los precios de sus títulos son sometidos a una casi constante presión de los vendedores que aparentemente desconfían de las posibilidades bursátiles de estos títulos en un futuro inmediato.

Así, los precios de estas acciones continúan flexionando a la baja e incluso se producen algunas situaciones de tensión como la que ayer se pudo observar en el corro de Unión Eléctrica-Fenosa, cuya cotización perdió, en el mercado madrileño, dos puntos y medio.

Por su parte, Eléctricas Reunidas de Zaragoza, sorprendentemente huérfana de demandantes para sus acciones y derechos de suscripción, registraba unos severos recortes a la baja. En concreto sus acciones perdían nueve enteros, mientras sus cupones bajaban la friolera de 29 pesetas y se situaban en 185.

Tampoco los bancos consiguieron superar el mal ambiente general. El saldo vendedor genérico que ofrecían estas entidades en el mercado madrileño se limitó a 49.968 títulos, con una disminución apreciable en relación a sus posiciones de dias anteriores. El comportamiento más significativo correspondió a Banesto que conseguía reducir los restos vendedores pendientes de hallar contrapartida a 29.941 acciones y repetía su cambio anterior. Otro tanto hacían Bilbao, Hispano y Vizcaya, este último valor era el único que ofrecía una pequeña diferencia compradora.

Las pérdidas, en este caso de escasa consideración, correspondieron a Central, Popular y Santander, que aparentemente aceptaban estas correcciones en, busca de cotas más cómodas para sus cotizaciones.

Para encontrar comportamientos positivos habría que descender, también una vez más, a ejemplos aislados. FASA-Renault mantuvo su proyección alcista apoyada en una demanda no excesivamente aparatosa, pero de una consistencia realmente notable. Otro tanto se podría decir de Finanzauto, y capítulo aparte merece el sprint de La Unión y El Fénix, que ayer mejoró diez enteros en el mercado central.

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