Cartas al director

Sobre Rumasa

A propósito de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el asunto Rumasa, y a riesgo de ser tachado de parcial o corporativista, quiero expresar urgente y públicamente (?) lo siguiente:¿No es cierto que en las últimas semanas se venía diciendo a bombo y platillo que el caso Rumasa no encontraba valedores a favor de la constitucionalidad del famoso decreto-ley? ¿No es cierto también que, frente a los numerosos dictámenes de renombrados juristas favorables a considerar como inconstitucional la referida disposición se decía machaconamente que tan sólo existía un espeso (y aparente) silencio...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

A propósito de la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el asunto Rumasa, y a riesgo de ser tachado de parcial o corporativista, quiero expresar urgente y públicamente (?) lo siguiente:¿No es cierto que en las últimas semanas se venía diciendo a bombo y platillo que el caso Rumasa no encontraba valedores a favor de la constitucionalidad del famoso decreto-ley? ¿No es cierto también que, frente a los numerosos dictámenes de renombrados juristas favorables a considerar como inconstitucional la referida disposición se decía machaconamente que tan sólo existía un espeso (y aparente) silencio?

Bien, pues si todo lo anterior es cierto, que lo es, recomiendo "al público en general", y muy concretamente a los especialistas, que lean detenidamente la contestación a la demanda y las posteriores alegaciones efectuadas por el abogado del Estado; no sé exactamente el compañero que las ha formulado, pero, sea quien fuere, están tan sólida y claramente fundamentadas que, se discrepe o no de todas o algunas de sus argumentaciones (y en Derecho casi todo es opinable), deben ser motivo de legítimo orgullo para todos los que formamos parte de un cuerpo de funcionarios al que, generalmente, se le conoce poco y mal, y cuando se habla de él suele ser para resaltar su pretendido elitismo, sus compatibilidades escandalosas y poco más. Hora es ya, me parece a mí, de decir, aunque sea telegráficamente, que las funciones que realiza este cuerpo (y cuya importancia debiera ser creciente en un Estado de Derecho) pueden producir resultados tan altamente cualificados y de tanta categoría profesional como el que me ha movido a escribir estas líneas. /

Abogado del Estado.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

Archivado En