Patrimonio quiere traspasar los fallidos de unos bancos de Rumasa a otros para vender antes los más saneados

La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el decreto-ley expropiador de Rumasa, favorable al Gobierno, abre la veda de la reprivatización de los bancos y empresas del holding de la abeja. Economía prepara el plan global de reprivatización, que será discutido en un próximo Consejo de Ministros. Boyer insiste en que "la banca privada pagará su parte, junto con el Estado, en el proceso de saneamiento". Y, en cuanto al procedimiento, Patrimonio proyecta vender cuanto antes los tres bancos menos comprometidos con las empresas del holding -Atlántico, Masaven y Exhank- así como otros tres o cuat...

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La sentencia del Tribunal Constitucional sobre el decreto-ley expropiador de Rumasa, favorable al Gobierno, abre la veda de la reprivatización de los bancos y empresas del holding de la abeja. Economía prepara el plan global de reprivatización, que será discutido en un próximo Consejo de Ministros. Boyer insiste en que "la banca privada pagará su parte, junto con el Estado, en el proceso de saneamiento". Y, en cuanto al procedimiento, Patrimonio proyecta vender cuanto antes los tres bancos menos comprometidos con las empresas del holding -Atlántico, Masaven y Exhank- así como otros tres o cuatro bancos más que serán saneados mediante el traspaso de sus créditos malos a los restantes. La operación se hace a toda velocidad, ya que, según el director general de Patrimonio del Estado, "la sentencia supone un estímulo moral a la reprivatización".

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La operación reprivatizadora de Rumasa no ha estado bloqueada por la espera de la sentencia, según medios oficiales, pero sí ralentizada o casi paralizada durante el último mes. Desde la expropiación del holding, el Gobierno no ha debatido en pleno los criterios reprivatiz adores de Rumasa y existe cierta expectación por si hubiera algún cambio de estrategia motivado por el escaso interés mostrado por los potenciales compradores. El problema principal consiste, según fuentes tanto bancarias como del Gobierno, en definir dónde se residencian las pérdidas de Rumasa para hacer el posterior reparto estético de cargas entre la banca privada y el Estado.Por ahora, siguiendo instrucciones del ministro de Economía, Miguel Boyer, el Banco de España ha adelantado ya una cifra próxima a los 180.000 millones de pesetas y seguirá adelantando todo el dinero necesario para hacer frente a la gestión y saneamiento de los bancos y empresas de Rumasa. Si todos los créditos que las empresas tienen de los 20 bancos del grupo fueran irrecuperables, el agujero bancario estaría próximo a los 200.000 millones de pesetas.

Pérdida imputable a la banca

En la medida en que el director general de Patrimonio y su equipo de ventas consigan colocar a algún comprador empresas parcialmente saneadas y éste se haga cargo de devolver a los bancos una parte, por insignificante que sea, de su pasivo en créditos, la pérdida imputable a los bancos de Rumasa, con cargo al Fondo de Garantía de Depósitos, irá disminuyendo. Por tanto, la parte de pérdidas de Rumasa que deberá pagar la banca privada, a escote con el Estado, no se conocerá hasta que concluya la reprivatización de las empresas.

La tesis dominante en medios oficiales sigue siendo la de vender cuanto antes todos aquellos bancos cuya salida del holding no perjudique la venta de las empresas. En realidad el holding ya no existe, desde que bancos, empresas y Ruinasa SA quedaron en manos de Patrimonio y ahora las empresas deben seguir alimentándose de sus bancos-nodriza.

Sin embargo, y quizás por atender a las presiones iniciales del Fondo de Garantía de Depósitos, está en marcha un proyecto para vender cuanto antes el mayor número de bancos afectando lo menos posible a las empresas que dependen de ellos. Según esta nueva estrategia, además del Atlántico (155.000 millones de pesetas de depósitos), el Masaveu (5.900 millones) y el Exbank (3. 100 millones), estarían limpiando tres o cuatro bancos -los más beneficiados por la reciente regionalización y silenciosa reagrupación de oficinas- para ser vendidos inmediatamente antes que las empresas.

Operación 'limpieza'

La operación limpieza consistiría en traspasar sus créditos malos, concedidos a empresas de Rumasa, a los restantes bancos del grupo cuya concentración de riesgos aumentaría así considerablemente, disminuyendo sus posibilidades de venta hasta que hubieran sido reprivatizadas todas las empresas. Si un banco tiene, por ejemplo, un 25% de sus depósitos disponibles invertidos en empresas de Rumasa y el resto en otras ajenas al grupo o en particulares y otro banco tiene la proporción contraria, es decir, un 75% en Rumasa y el resto en clientes a enos, la operación consistiría en permutar los créditos malos del primero por los buenos del segundo.

En este ejemplo extremo, el primero quedaría desligado de Rumasa y saneado como lo pueda estar un banco normal, mientras el segundo quedaría completamente comprometido con Rumasa y convertido eriuna ventanilla del Banco de España para hacer frente a las demandas de los gestores oficiales del grupo. No sería, por tanto, sorprendente que se anunciara, durante, el próximo mes de enero, la venta de seis o siete bancos de Rumasa, mientras los demás siguen amamantando a las empresas, bajo los auspicios del Fondo de Garantía de Depósitos, y con cargo al Tesoro Público sólo en concepto de anticipo. Al final de la reprivatización el Gobierno hará las cuentas para pasar la factura a la banca, seguramente en forma de cuotas al Fondo durante los próximos 10 años.

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