Decepción por el fracaso de la ´cumbre´ de Atenas

Los laboristas piden que el Reino Unido retenga su contribución a la CEE

El Partido Laborista británico, primera fuerza de la oposición, reaccionó al fracaso de la cumbre de Atenas pidiendo al Gobierno conservador de este país que retenga su contribución al presupuesto de la Comunidad Económica Europea (CEE). La petición laborista precedió al debate parlamentario anunciado en la Cámara de los Comunes, previo informe de la primera ministra sobre los resultados de la reunión de alto nivel celebrada en la capital griega.El portavoz de la oposición para Asuntos Europeos, Robin Cook, declaró a los medios de comunicación que "ya no hay razón por la cual deb...

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El Partido Laborista británico, primera fuerza de la oposición, reaccionó al fracaso de la cumbre de Atenas pidiendo al Gobierno conservador de este país que retenga su contribución al presupuesto de la Comunidad Económica Europea (CEE). La petición laborista precedió al debate parlamentario anunciado en la Cámara de los Comunes, previo informe de la primera ministra sobre los resultados de la reunión de alto nivel celebrada en la capital griega.El portavoz de la oposición para Asuntos Europeos, Robin Cook, declaró a los medios de comunicación que "ya no hay razón por la cual debamos ser uno de los principales contribuyentes de Europa".

El dirigente socialdemócrata David Owen, líder de la tercera fuerza política del país, pidió firmeza y prudencia a la primera ministra: "No debemos adoptar", dijo, "ningún tipo de acción provocadora, dejemos que lo hagan los otros, si quieren".

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Tanto Margaret Thatcher como su ministro de Exteriores, Geoffrey Howe, advirtieron desde Londres que iban a Atenas para dar la batalla en favor de una solución definitiva al problema de la contribución británica en el presupuesto comunitario.

Las autoridades de este país presentan la cuestión de la forma siguiente: Gran Bretaña recibe de la Comunidad Económica Europea el menor beneficio por cabeza, si bien su aportación económica es la mayor, junto con Alemania Federal, y su producto interior bruto no se cuenta entre el propio de los cinco primeros miembros de la CEE.

La razón de este desequilibrio, considerado muy injusto en Londres, es el enorme gasto agrícola. Tanto los partidos políticos como la Prensa británica hacen causa común con las pretensiones del Gobierno de la nación. Los periódicos más atentos a la información política recibieron el fracaso de Atenas sin hacer grandes dramas, aunque casi todos adoptaron un tono muy crítico hacia la actitud de Francia.

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