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Luis Carandell

periodista y escritor, sorprendió al mismísimo embajador de Japón en España, Eikichi Hayashiya, cuando inició sin pestañear, la semana pasada, una conversaición en japonés, calificado por los anfitriones de fluido, durante un almuerzo celebrado en la residencia madrileña del diplomático. La escena tenía su justificación en la estancia de Carandell en Japón, en la década de los cincuenta, como corresponsal de un diario catalán. El estupor de los presentes aumentó un grado cuando Carandell, que habla una decena de idiomas, comentó que su mujer, de nacionalidad suiza, es experta en la técn...

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periodista y escritor, sorprendió al mismísimo embajador de Japón en España, Eikichi Hayashiya, cuando inició sin pestañear, la semana pasada, una conversaición en japonés, calificado por los anfitriones de fluido, durante un almuerzo celebrado en la residencia madrileña del diplomático. La escena tenía su justificación en la estancia de Carandell en Japón, en la década de los cincuenta, como corresponsal de un diario catalán. El estupor de los presentes aumentó un grado cuando Carandell, que habla una decena de idiomas, comentó que su mujer, de nacionalidad suiza, es experta en la técnica artística japonesa del ikebana o arreglo floral.

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