Atentado terrorista contra un cuartel de la Policía Nacional en Barcelona

Una granada lanzada por un mortero, accionado por medio de un sistema de relojería, estalló a las seis de la mañana de ayer en Barcelona, en una de las terrazas del cuartel de la Policía Nacional de Casa Ramona, en la calle de México, situada junto a las fuentes de Montjuïc. No causó víctimas.Determinadas fuentes policiales indicaron que el artefacto era de gran potencia y causó un boquete en el pavimiento de la terraza, mientras que otras hablaron taxativamente de que tanto el mortero, como la granada, eran de fabricación casera, y que la explosión apenas dejó huellas. Pese a que fehacien...

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte

Una granada lanzada por un mortero, accionado por medio de un sistema de relojería, estalló a las seis de la mañana de ayer en Barcelona, en una de las terrazas del cuartel de la Policía Nacional de Casa Ramona, en la calle de México, situada junto a las fuentes de Montjuïc. No causó víctimas.Determinadas fuentes policiales indicaron que el artefacto era de gran potencia y causó un boquete en el pavimiento de la terraza, mientras que otras hablaron taxativamente de que tanto el mortero, como la granada, eran de fabricación casera, y que la explosión apenas dejó huellas. Pese a que fehacientemente se comprobó su existencia, un gran hermetismo oficial rodeó ayer este atentado "para no causar alarmismo hasta no conocer su dimensión", según una fuente.

El atentado no produjo heridos, pero hizo pensar ayer en la necesidad de replantear los servicios de seguridad de los acuartelamientos y locales de las Fuerzas de Seguridad del Estado en Cataluña, fundamentalmente ampliando con más vigilancia el radio de protecció,n de los edificios.

Ninguna organización ha reivindicado aún el atentado, y las hipótesis policiales apuntan en varias direcciones. Según unas versiones podría tratarse de una nueva acción de ETApm; pero otras fuentes señalan que podría ser una operación de Terra Lliure, e incluso de algún grupo menos organizado.

El mortero, de 58 milímetros y una longitud de 70 centímetros, fue disparado en los jardines del INI, a unos 200 metros del cuartel, presumiblemente por un sistema de relojería, para algunas de las fuentes también casero.

Los réstos del proyectil están siendo analizados desde ayer por técnicos de la policía. Por el momento, se ignora su composición, aunque las fuentes que minimizan el atentado aluden a que "apenas causó destrozos en el patio de la terraza" y a que su explosión no se escuchó ni por los ocupantes del cuartel, descubriéndose el atentado horas después que que se hubiera producido.

La granada pudo contener material explosivo, pólvora y metralla. El cálculo de la parábola del proyectil fue correcto, llegando hasta una terraza interior.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Archivado En