La policía cree que las metralletas en poder del comando 'uItra' son propiedad de un militar

La policía sospecha que las dos ametralladoras tipo Naranjero en poder del comando ultraderechista al que pertenece el hijo del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas pueden ser propiedad de un miembro del Ejército, cuya identidad se desconoce, al menos públicamente. La hipótesis policial, actualmente muy avanzada, revela la posibilidad de que los ultraderechistas que a principios de octubre desarmaron a dos policías nacionales hubieran preferido pasar a la clandestinidad para no perjudicar al propietario de las metralletas, tras el cual es posible que se encuentre toda una infraestructura de...

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La policía sospecha que las dos ametralladoras tipo Naranjero en poder del comando ultraderechista al que pertenece el hijo del comandante Ricardo Sáenz de Ynestrillas pueden ser propiedad de un miembro del Ejército, cuya identidad se desconoce, al menos públicamente. La hipótesis policial, actualmente muy avanzada, revela la posibilidad de que los ultraderechistas que a principios de octubre desarmaron a dos policías nacionales hubieran preferido pasar a la clandestinidad para no perjudicar al propietario de las metralletas, tras el cual es posible que se encuentre toda una infraestructura de apoyo al citado comando.

Fuentes policiales han llegado al convencimiento de que el comando, compuesto por Ricardo Sáenz de Ynestrillas, Gerardo López Laguna y Antonio Salmerón, se encuentra ya fuera de España. En la operación de huida y posterior salida del territorio español han participado varias, personas, siempre según las informaciones policiales, entre las que no se descartan militares y destacados hombres de negocios, todos ellos residentes en Madrid, a quienes les une un mismo objetivo: una nueva operación de desestabilización de cara al próximo 20-N.El armamento (dos metralletas y tres pistolas) es muy posible que se haya quedado en España en poder de algún desconocido, al menos las dos ametralladoras y una pistola, ésta última, propiedad del padre de Antonio Salmerón. Con anterioridad al incidente que descubrió la posesión de estos armamentos, el padre de Antonio Salmerón, que es miembro del Ejército, denunció la sustracción de su pistola. Las investigaciones policiales llevaron. a la conclusión de que ésta obra en poder del comando.

Aunque en algunos sectores se ha especulado con la posibilidad de que Ricardo Sáenz de Ynestrillas, Gerardo López Laguna y Antonio Salmerón pudieran haber cruzado la frontera hispano-francesa, la policía española tiene fundamentos que le hacen sospechar que el comando ultraderechista huyó a Portugal, probablemente con el fin de viajar desde allí a un país más seguro.

En los últimos tiempos son varios los ultraderechistas españoles perseguidos por la justicia que han elegido algún país de América Latina para fijar su residencia, en la mayoría de las ocasiones de forma clandestina. Éste sería el caso de un joven perteneciente al Frente de la Juventud (FJ), hijo de un general del Ejército de Tierra, que reside en Venezuela, y que en su día pudo burlar, gracias al apoyo familiar, el acoso de la policía.

En algunos medios policiales no se descarta que se hubieran hecho intentos desde Madrid para que el comando en cuestión pudiera contar con algún apoyo por parte de este ultraderechista en el supuesto de que Ricardo Sáenz de Ynestrillas, Gerardo López Laguna y Antonio Salmerón hubieran elegido Venezuela como destino final. Otros medios policiales, sin embargo, creen que estos tres ultraderechistas han podido ser aconsejados en Madrid para que se fueran a Chile.

La policía española, no obstante, está actualmente más interesada en descubrir la infraestructura que apoyaba a estos jóvenes que su propia pista, lo que le puede conducir al descubrimiento de una operación, probablemente relacionada con el próximo 20 de Noviembre, dadas las sospechosas actividades que preparaba el citado comando cuando fue detectado. Las investigaciones van dirigidas hacia la propiedad de las dos ametralladoras, armamento que en su día utilizó el Ejército de Tierra y la Guardia Civil, hasta su renovación por un tipo de metralleta más moderno. La mayoría de los Naranjeros fueron inutilizados o incluidos en un operación de venta controlada, por lo que es muy sospechoso que este armamento esté de forma ilegal en domicilios particulares.

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