Portazo español en el congreso de los socialistas franceses en protesta por su política sobre la ampliación de la CEE

La delegación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que dió al congreso nacional del Partido Socialista francés; (PS), en la ciudad de Bourg-en-Bresse, próxima a Lyon, abandonó ayer las sesiones por considerar inaceptables las dificultades a la entrada. de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), expuestas a su juicio en la moción oficial, aprobada por unanimidad. El ministro de Agricultura francés, Michael Rocard, dijo que sentía lo ocurrido, pero distinguió la actitud del partido de la política del Gobierno. Algunos delegados interpretaron el hecho como una "maniobra" de cara a...

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La delegación del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) que dió al congreso nacional del Partido Socialista francés; (PS), en la ciudad de Bourg-en-Bresse, próxima a Lyon, abandonó ayer las sesiones por considerar inaceptables las dificultades a la entrada. de España en la Comunidad Económica Europea (CEE), expuestas a su juicio en la moción oficial, aprobada por unanimidad. El ministro de Agricultura francés, Michael Rocard, dijo que sentía lo ocurrido, pero distinguió la actitud del partido de la política del Gobierno. Algunos delegados interpretaron el hecho como una "maniobra" de cara a la opinión española.

Tal como se había amenazado más o menos abiertamente el pasado sábado, Elena Flores, Raimon Obiols, Guillermo Galeote, Eneko Landaburu y Santiago Gómez Reino, dirigentes que integraron la delegación del PSOE invitada y participante en el congreso bianual del PS, abandonaron este último antes de acabar, ayer, a media mañana.Los socialistas habían celebrado anteanoche una reunión con el primer secretario del PS, Lionel Jospin, para solicitar la modificación sustancial del párrafo de la moción presentada por él en nombre de la mayoría del partido referente a la ampliación de la CEE. Según la referencia de dicha moción, el PS estima que para que se realice la entrada de España y Portugal en la Comunidad es menester que se cumplan las condiciones previas que ya expuso el PS en su programa de 1978. Esas condiciones previas eran las siguientes: las industriales, las referentes a la reforma de la política agrícola común (PAC), las cuestiones aduaneras y las de política regional. En la moción se puntualiza que los socialistas franceses se niegan a entrar en el ciclo de una negociación hecha deprisa y mal y en un período de renegociación permanente. "La ampliación", prosigue, "es inseparable del aumento de los recursos propios de la Comunidad, de reequilibar hacia el sur la política agrícola común y de un respeto acrecentado de la preferencia comunitaria".

La delegación del Partido Socialista Obrero Español pudo comprobar, ayer por la mañana, que la moción que iba a aprobarse posteriormente no había modificado en nada el texto original.

Ésta fue la razón oficial que fundó el abandono del congreso, expuesto en el comunicado que, fue leído a los periodistas españoles, y repartido a representantes de la Prensa internacional: "A la vista de la resolución que va a ser sometida a votación de los delegados, y en la que se repiten de nuevo las dificultades para la integración española en la CEE". Esas "dificultades", ya enunciadas, figuran en la moción aprobada por el congreso, y en resumen vienen a decir que la ampliación de la CEE se realizará cuando se cumplan las condiciones que ha venido expresando en los últimos años el PS. Para la delegación del PSOE esto quiere decir que "se vuelve a posiciones ya superadas a través de las últimas negociaciones".

La misma declaración anota que los socialistas españoles lamentan verse obligados a adoptar esta actitud con un partido del que aprueban totalmente su labor de transformación de la sociedad francesa. Y subrayan: "Esperamos que las relaciones entre ambos partidos vuelvan a ser fraternales al superar las dificultades actuales en el respeto de los intereses de ambos pueblos y en el marco de la imprescindible solidaridad socialista que requiere la construcción de una Europa unida".

Por otro lado, la delecación se congratuló de las palabras del primer ministro, el día anterior, en su largo discurso al congreso. Pierre Mauroy recordó en ese discurso que a partir del inicio del año próximo Francia sucederá a Atenas en la presidencia del consejo comunitario, y resaltó que entre las tareas fundamentales a desarrollar figuraba la de "conducir las negociaciones de adhesión con España y Portugal".

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El ex ministro de Industria, líder del ala izquierda del PS, Jean Pierre Chevenement, fue interrogado sobre esta discrepancia entre la actitud del partido y la del Gobierno: "No la comprendo muy bien esa es la verdad. Pero de todas maneras, perdóneme en este momento porque apenas he dormido esta noche y estoy muy cansado"

El ministro de Agricultura, Rocard, fue interrogado por dos periodistas españoles sobre el abandono de la delegación socialista, y comentó: "Lo siento, pero no hay que olvidar tampoco que la política de Francia la hace el Gobierno y no el Partido Socialista". Un dirigente muy cercano a la direcció del PS, cuando se enteró de la noticia, levantó los hombros y añadió: "Lo que podían haber hecho es no venir al congreso, porque conocían de antemano ese párrafo que rechazan de la moción aprobada. Ahora bien, si quieren hacer un número de cara a sus problemas de política interior, allá ellos". Un grupo de cinco delegados participantes en el congreso también se asombré al informarles de lo acaecido y, a su juicio, "los socialistas, hoy, decimos sobre ese tema lo que hemos dicho siempre: nuestros camaradas españoles, una de dos, o no están enterados, o exageran por alguna causa que desconocemos".

El embajador de España en Francia, Joan Reventós, que llegó anteayer al congreso como observador, permaneció hasta el final del mismo sin mezclarse, oficialmente al menos, en el conflicto con los socialistas de Mitterrand.

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