Ataques de francotiradores en los accesos al aeropuerto de Beirut

ENVIADO ESPECIAL Cada día de alto el fuego en Líbano reserva una nueva sorpresa desagradable, y ayer la novedad consistió en la aparición, por primera vez, en la carretera que co nduce al aeropuerto internacional de Beirut, de francotiradores que abrieron fuego sobre los automóviles que transportaban hasta la terminal a pacíficos viajeros.

En la 231 jornada de una tregua que se asimila cada vez más a una guerra abierta en la periferia sur de la capital, los disparos de "elementos armados no identificados" estuvieron dirigidos contra los numerosos pasajeros que a primera hora de la mañan...

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ENVIADO ESPECIAL Cada día de alto el fuego en Líbano reserva una nueva sorpresa desagradable, y ayer la novedad consistió en la aparición, por primera vez, en la carretera que co nduce al aeropuerto internacional de Beirut, de francotiradores que abrieron fuego sobre los automóviles que transportaban hasta la terminal a pacíficos viajeros.

En la 231 jornada de una tregua que se asimila cada vez más a una guerra abierta en la periferia sur de la capital, los disparos de "elementos armados no identificados" estuvieron dirigidos contra los numerosos pasajeros que a primera hora de la mañana se disponían a tomar el avión para varias ciudades europeas o El Cairo.

El pánico cundió entre los conductores, que al oír el silbido de las balas abandonaron sus automóviles para tirarse en la cuneta cuando no trataban de dar media vuelta cambiando de carril o circulando incluso por el mismo carril en dirección opuesta.

Asustados, no sólo por la proximidad de los disparos, sino por el ruido de las explosiones cercanas de los proyectiles que por enésimo día consecutivo se lanzaron el Ejército regular libanés y las milicias chiíta Amal y drusa, los automovilistas perdieron los nervios y chocaron entre sí frecuentemente.

Sólo tres personas resultaron heridas de bala en la carretera por francotiradores que aparentemente no pretendían abatir a civiles, sino incrementar aún más el caos en las afueras meridionales de Beirut, en donde han muerto desde el pasado fin de semana dos marines norteamericanos.

A pesar de la inseguridad que ofrecen las principales vías de acceso al aeropuerto, el presidente libanés, Amín Gemayel, anuncié ayer que este era el lugar elegido para celebrar mañana, jueves, el congreso de reconciliación nacional previsto por el alto el fuego vigente desde el 26 de septiembre. Los participantes en el congreso, precisaron fuentes cercanas al presidente, serán en caso de necesidad transportados en helicóptero hasta el lugar de la reunión.

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El congreso de reconciliación constituye el primer intento de poner término a nueve años de guerra civil en Líbano, y los 11 representantes de las diversas facciones políticas y religiosas, enfrentadas desde 1975, que allí se reunirán deberán intentar modificar, el reparto de poderes, favorable a los cristianos, previsto por la Constitución libanesa de 1943.

Walid Jumblat, líder de la milicia antigubernamental drusa, había rechazado el lunes la elección del aeropuerto bajo el pretexto de que "había demasiado ruido, a causa de los aviones", con el que disimulaba su negativa a desplazarse hasta una zona controlada por los norteamericanos.

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