El desboblaje de Telefónica

Comenzó la semana marcada por el signo de la ampliaciáii de capital de Telefónica, sobre la que se centraban las expectativas de todos los asistentes a las reuniones. Muchas caras nuevas y otras ya casi olvidadas se daban cita en el parqué para asistir al nacimiento de uno de los desdobles más importantes de los últimos tiempos, que se inició con bastante mal pie para las acciones, que perdían cuatro enteros y cerraban en una situación de equilibrio un tanto inestable y con los derechos de suscripción algo más de tres pesetas por debajo de sus niveles teóricos, pero contando con una demanda fr...

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Comenzó la semana marcada por el signo de la ampliaciáii de capital de Telefónica, sobre la que se centraban las expectativas de todos los asistentes a las reuniones. Muchas caras nuevas y otras ya casi olvidadas se daban cita en el parqué para asistir al nacimiento de uno de los desdobles más importantes de los últimos tiempos, que se inició con bastante mal pie para las acciones, que perdían cuatro enteros y cerraban en una situación de equilibrio un tanto inestable y con los derechos de suscripción algo más de tres pesetas por debajo de sus niveles teóricos, pero contando con una demanda francamente considerable.En las salas de contratación cundía el rumor de que los responsables de la compañía habían pretendido ofrecer a sus accionistas un inicio de la operación tranquilo, saliendo a un precio bajo, para evitar el efecto negativo que habrían podido llegar a representar las ventas, algunas de las cuales incluso habrían podido realizarse en descubierto en el caso de que los precios se hubieran aproximado -o superado- a las previsiones teóricas.

Por el momento la demanda de derechos de suscripción parece firme y al cierre de las reuniones de ayer se extendía a los cuatro mercados, en los que se logró,un cierre uniforme a siete peseta!. También a última hora circulaban de forma restringida algunos rumores que apuntaban la posibilidad de que se hubiese formalizado una operación por la cual algún estamento oficial habría tomado una participación en la compañía, que de esta forma vería reforzado el interés en ella del sector público, obviando los últimos rumores que se habían desatado y que apuntaban la posibilidad de que el Estado fuera, en cierta medida, a desentenderse de una parte de su participación en Telefónica.

En el resto del mercado destacó la viveza con que se negociaban en los corros los valores eléctricos. El incremento de 2,31 puntos en su índice particular tenía bastante que ver con el nuevo récord que alcanzaba el índice general de la Bolsa de Madrid. Algunos titulares de prensa, que apuntaban la posibilidad de que las compañías de este grupo, tras los intensos rumores de los últimos días, fueran a mantener sus dividendos en porcentajes similares a los de ejercicios anteriores, se constituyeron en el revulsivo sobre el que se apoyaron los tomadores para generar estas mejoras.

En el grupo bancario, con mucho el más pesado y aburrido de la jornada, se generalizaron las repeticiones, afectando éstas a la totalidad de los integrantes del grupo de los siete grandes, donde, predominaron los saldos vendedores, que eran atendidos en un 50%. de su volumen total, con la excepción de Banesto, que lo hacía en un 60%. El volumen total de títulos puestos a la venta para este grupo ascendía a 84.774, de los que prácticamente 23.500 correspondían a Banesto. Vizcaya, un día más, era la entidad con menor presencia de títulos a la venta, mientras que Bilbao y Santander superaron los 13.000 títulos.

Para las reuniones de hoy la expectación continúa centrada en torno a Telefónica y a los valores del sector eléctrico. Para la primera se espera una nueva presencia activa de órdenes de compra en los derechos de suscripción, mientras que en torno a los segundos hay una cierta expectación por ver si consiguen consolidar las cotas ganadas ayer.

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