El Gobierno disminuirá su ritmo legislador por 'atasco' en las Cortes

El ya importante atasco parlamentario existente en el Congreso, con 20 proyectos de ley, una lista de 40 proposiciones de ley, otras tantas no de ley y más de 200 preguntas aguardando las distintas fases de la correspondiente tramitación, hará que el Gobierno "aminore su ritmo" de envío de proyectos a las Cortes, dijeron ayer fuentes de la Administración. Los mismos medios confirmaron que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1984 será llevado por el ministro Boyer al Congreso de los Diputados el próximo día 23, "con lo que bastaría que la aprobación se produjese en el Consejo ...

El ya importante atasco parlamentario existente en el Congreso, con 20 proyectos de ley, una lista de 40 proposiciones de ley, otras tantas no de ley y más de 200 preguntas aguardando las distintas fases de la correspondiente tramitación, hará que el Gobierno "aminore su ritmo" de envío de proyectos a las Cortes, dijeron ayer fuentes de la Administración. Los mismos medios confirmaron que el proyecto de Presupuestos Generales del Estado para 1984 será llevado por el ministro Boyer al Congreso de los Diputados el próximo día 23, "con lo que bastaría que la aprobación se produjese en el Consejo de Ministros del día 21" y no en el que se celebrará mañana.

La petición de los sindicatos, en el sentido de que el Gobierno consulte con ellos determinados aspectos de los Presupuestos, podría contrinir a que, contra lo inicialmente previsto, el proyecto no quede definitivamente aprobado en el consejo de mañana, sino el día 21. En todo caso, el envío de los Presupuestos a las Cortes facilitará que el Gabinete se ocupe de dar salida, en consejos posteriores, a varios proyectos de ley pendientes desde hace meses, algunos de ellos de considerable relieve.Entre los 16 proyectos atrasados y que, según el calendario orientativo presentado en febrero ya deberían haber sido enviados a las Cortes, figuran la Ley de Reindustrialización, la Ley Orgánica del Poder Judicial, la de Cámaras Agrarias, de Protección Civil, de Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado, de Defensa del Consumidor, de Sanciones a Infracciones Tributarias, de Régimen Local, Reforma del Servicio Militar, Reforma de la Función Pública y nuevo Código Penal. Excepto este último, todos los demás serán enviados a las Cortes, de acuerdo con medios gubernamentales, antes de finales de año.

'Colapso' hasta 1984

Ello no quiere decir, sin embargo, que la tramitación parlamentaria de los proyectos que se aprueben en este trimestre por el Ejecutivo vaya a ser rápida. Entre los proyectos ya enviados al Congreso y al Senado antes de agosto y que esperan su discusión en pleno o en comisiones -algunos tan discutidos como las incompatibilidades, aborto, LODE, tercer canal de televisión o asistencia letrada al detenido-, más la discusión de la Ley de Presupuestos, se calcula que se consumirá el tiempo parlamentario hasta diciembre. Esto significa que los proyectos que envíe el Gobierno al Parlamento tras los Presupuestos no comenzarían a ser tramitados antes de 1984.Este atasco parlamentario provocó que, hace una semana, el Grupo Socialista del Congreso pidiera al Gobierno que aminore su actividad legisladora -73 proyectos de ley fueron enviados desde enero a julio pasados- Previsiblemente, el equipo de Felipe González dará el visto bueno, mañana o el próximo día 21, a un calendario legislativo, para el último trimestre de este año, notablemente disminuíc1o con relación a las pretensiones iniciales: se calcula que no más de 30 nuevos proyectos de ley, incluyendo muchos de los ya citados, pendientes del calendario anterior, serán enviados por el Gobierno a las Cortes desde ahora hasta diciembre.

Los cálculos de los representantes de los ministerios preveían, en julio pasado, que el número de proyectos que deberían ser aprobados entre octubre y diciembre debería ser de 62. Medios parlamentarios indicaron, por otro lado, que este atasco forzará una intensificación de los trabajos en el Senado y el Congreso, donde, se admite, la actividad -dos días de sesiones plenarias durante la mayor parte de las semanas- "no fue precisamente excesiva".