La policía tardó tres horas en acudir a los puntos indicados

El descubrimiento y posterior desactivación de dos bombas en la noche del jueves, en Barcelona, por artificieros de la Policía Nacional, fue debido a la información detallada que ETA pm facilitó a un grupo de periodistas en un encuentro restringido en el País Vasco francés. Pese a que la información fue puesta en conocimiento del Ministerio del Interior antes de las 21 horas del jueves, la policía tardó unas tres horas en acudir a los puntos indicados con detalle por los etarras.

En esta conferencia de Prensa, los portavoces de ETA pm insistieron sobre la existencia de las seis b...

El descubrimiento y posterior desactivación de dos bombas en la noche del jueves, en Barcelona, por artificieros de la Policía Nacional, fue debido a la información detallada que ETA pm facilitó a un grupo de periodistas en un encuentro restringido en el País Vasco francés. Pese a que la información fue puesta en conocimiento del Ministerio del Interior antes de las 21 horas del jueves, la policía tardó unas tres horas en acudir a los puntos indicados con detalle por los etarras.

En esta conferencia de Prensa, los portavoces de ETA pm insistieron sobre la existencia de las seis bombas colocadas en Barcelona y detallaron a los cinco periodistas presentes el lugar exacto en donde se encontraba la bomba que fue desactivada en el club militar San Jorge. Para demostrar la existencia de las seis bombas, puesta en duda por las autoridades gubernativas de Barcelona, los portavoces accedieron a revelar el lugar en donde se encontraba otra bomba, a elección de los periodistas. Éstos eligieron, sobre el plano que se les mostraba, la que según los etarras estaba al final de las Ramblas. Los etarras detallaron, entonces, el lugar en que se hallaba el explosivo, debajo de unas flores amarillas en un parterre situado frente al Gobierno Militar.

Una redactora de EL PAIS se encontraba presente en la conferencia de prensa e inmediatamente que cruzó la frontera se puso en contacto con la redacción de Madrid para facilitar la información. Desde Madrid se pasó la información inmediatamente a la redacción de Barcelona y al Ministerio del Interior.

La redacción de Barcelona desplazó sin pérdida de tiempo a dos fotógrafos y un redactor a los lugares en donde ETA pm había anunciado que se encontraban las bombas. En esos momentos, el jefe superior de policía de Barcelona, Agustín Linares, mantenía una conferencia de Prensa en la que afirmó que "o bien no hay bombas o por lo menos no las hemos encontrado". En el transcurso de la misma Linares fue informado telefónicamente de los nuevos detalles facilitados por ETApm. Como no dando crédito, el jefe superior de Policía insistió en que los dos puntos indicados ya habían sido revisados por los especialistas días antes, sin que fuera hallada ninguna bomba.

Los dos fotógrafos y el redactor destacados por EL PAIS a los puntos indicados rastrearon someramente, tanto los parterres amarillos del final de las Ramblas corno los lavabos del club militar San Jorge. En su búsqueda, infructuosa, no fueron molestados en ningún momento por persona alguna.

No provocar escándalo

La policía no se personó en ninguno de los dos lugares hasta pasadas tres horas del anuncio hecho por ETA pm. Fuentes gubernamentales supusieron ayer que el rastreo policial no se inició antes para no alarmar a los transeúntes, " y para no provocar escándalo, que es lo que quieren los etarras".

Poco después de las 11 de la noche se inició el rastreo policial entre la plaza Portal de la Pau y el final de las Ramblas, localizándose el artefacto explosivo a las 11.45 horas. A continuación se inició la búsqueda en el casino militar San Jorge, situado en la plaza de Cataluña, donde fue localizado el artefacto situado en un techo falso del lavabo de caballeros. Hacia las 2 horas de la madrugada logró ser desactivada la bomba. Según fuentes policiales, ambos lugares habían sido rastreados en tres ocasiones, el domingo, el lunes y el martes, con resultado negativo. Según el Gobierno Civil de Barcelona, el rastreo prosiguió toda la noche en los otros tres puntos posibles en donde ETA pin ha señalado que se encuentran artefactos: dos bombas en el castillo de Montjuïc, una en el cuartel del Bruc, y otra en la zona militar del aeropuerto de El Prat.