Visado inacanzable

Deseoso de viajar a España me vi en la necesidad de solicitar el visado y de tener que hacerlo justamente en el Consulado español de París. He aquí el itinerario resultante:Lunes 11 de julio. Acudo al Consulado a las 10 de la mañana. Frente a la puerta hay una masa de unas 200 personas, todas muy nerviosas y alteradas. Alguien me aclara que ya fueron repartidos los números de atención: 40 para ser exacto. El portero, protegido por un par de policías franceses que bloquean el acceso, informa a gritos que es inútil insistir. Martes. Llego poco antes de las ocho y media. La cola llega ya al cente...

Deseoso de viajar a España me vi en la necesidad de solicitar el visado y de tener que hacerlo justamente en el Consulado español de París. He aquí el itinerario resultante:Lunes 11 de julio. Acudo al Consulado a las 10 de la mañana. Frente a la puerta hay una masa de unas 200 personas, todas muy nerviosas y alteradas. Alguien me aclara que ya fueron repartidos los números de atención: 40 para ser exacto. El portero, protegido por un par de policías franceses que bloquean el acceso, informa a gritos que es inútil insistir. Martes. Llego poco antes de las ocho y media. La cola llega ya al centenar, es decir, más del doble de la cuota. Miércoles. Son las cinco de la mañana cuando ya estoy instalado. Delante de mí hay sólo unas 15 personas, la mitad de las cuales pasó la noche allí mismo. Tres horas y media de espera, ocho y media: el Consulado abre sus puertas y empieza la repartición de números. Compruebo, casi sin creerlo, que ¡yo no obtengo ninguno! La explicación: los 40 números se aplican a 40 pasaportes, no a 40 personas presentes. Y algunos de los que estaban en los primeros puestos llevaban dos, tres, cuatro, incluso ocho pasaportes. Renuncio al viaje.

Tal vez sea necesario precisar que la situación que he descrito se viene prolongando desde hace ya tres semanas. Nada indica que el Consulado se proponga encarar la: emergencia con medidas de emergencia./