Malestar en las cajas de ahorro por el reciente acuerdo entre el BCA y las cajas rurales

"Las cajas de ahorro estamos facilitando dinero al Banco de Crédito Agrícola (BCA), dedicamos obligatoriamente el 3% de nuestros recursos a suscribir cédulas al 10,5% o al 11% de interés, para que luego el citado banco nos responda aliándose con la competencia. Estamos muy dolidos por el acuerdo recientemente suscrito por el Banco de Crédito Agrícola con las Cajas Rurales", declaró ayer José Joaquín Sancho Dronda, presidente de la Confederación española de Cajas de Ahorro (CECA) al término de su intervención en el curso Introducción al sistema financiero español de la Universidad Internacional...

"Las cajas de ahorro estamos facilitando dinero al Banco de Crédito Agrícola (BCA), dedicamos obligatoriamente el 3% de nuestros recursos a suscribir cédulas al 10,5% o al 11% de interés, para que luego el citado banco nos responda aliándose con la competencia. Estamos muy dolidos por el acuerdo recientemente suscrito por el Banco de Crédito Agrícola con las Cajas Rurales", declaró ayer José Joaquín Sancho Dronda, presidente de la Confederación española de Cajas de Ahorro (CECA) al término de su intervención en el curso Introducción al sistema financiero español de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo.

El presidente de la CECA manifestó asimismo que personalmente no consideraba necesaria ninguna reforma de las cajas de ahorro en estos momentos, aunque aceptaba la voluntad del Gobierno de llevar adelante tal reforma. Sancho Dronda, que alabó reiteradamente la reforma Fuentes Quintana de 1977 ("el Gobierno socialista francés la está copiando ahora, aunque de mala manera, para sus cajas de ahorro"), manifestó su preocupación de que estos proyectos de cambio se produzcan en el momento en que las cajas españolas habían culminado su proceso de asunción de la reforma y podían empezar a disfrutar sus beneficios.

Un sector sano

"A mí me da miedo que tantos cambios quiten arraigo a las cajas de ahorro, ya que los consejos de administración no se improvisan. Muchos representantes necesitan un período de preparación y maduración para asumir las complejas tareas de dirigir o gestionar una entidad de crédito". El presidente de la CECA expresó su deseo, no obstante, de que la reforma que puede llevar adelante la Administración se produzca sin traumas y que no ponga en peligro el único subsector del sistema financiero que está sano, "y que es precisamente el que quieren modificar".Sobre el acuerdo Banco de Crédito Agrícola-cajas rurales, Sancho Dronda mostró su malestar por la exclusión que va a suponer para las cajas de ahorro en el otorgamiento de créditos privilegiados al campo. Nosotros hemos venido desempeñando con eficacia y efectividad este papel, e históricamente muchas de nuestras entidades están fuertemente enraizadas en el sector agrario, y ahora el BCA -a quien obligatoriamente financiamos para estos créditos- nos abandona y se alía con la competencia.

"No podemos estar de acuerdo y nos sentimos muy dolidos con que la financiación privilegiada al campo se canalice de forma exclusiva o preferente a través de las Cajas Rurales", añadió enfáticamente el presidente de las CECA.

Sancho Dronda expresó asimismo sus temores sobre una politización de las cajas ("las ideologías deben dejarse colgadas en el perchero de la entrada a los consejos de administración") y sobre la posible transformación de las mismas en meras dependencias de un organismo administrativo, llámese ayuntamiento, diputación o comunidad autónoma. En este punto elogió como democrática, representativa y equilibrada, la reforma de los órganos rectores de las cajas de ahorro realizada por Fuentes Quintana.

Previamente a la intervención de Sancho Dronda, el profesor Victorio Valle, hizo historia de la aparición y evolución de las cajas de ahorro en España. Describió las peculiaridades de estas entidades, que tienen un carácter benéfico (emplean sus beneficios en obras de carácter social) y carecen de accionistas, y que hoy representan 5,389 billones de pesetas en depósitos, 41,6 millones de cuentas corrientes y unos resultados de 56.429 millones de pesetas en 1982.