Cartas al director

Las cárceles españolas

En estos días de confusión y medias verdades sobre la situación en las cárceles españolas, quiero darle mi opinión sobre el particular, como americano residente en la Prisión Provincial de Málaga.Contrariamente al trepidante recelo y preocupación de mis familiares y amigos en Estados Unidos sobre las cárceles españolas, quiero decir que las cárceles españolas no son sucios lugares de intencionada brutalidad, como ha hecho creer un sector de los medios de comunicación internacionales.

Estoy siendo tratado de una manera equitativa y correcta por parte de la mayoría de los funcionarios que...

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En estos días de confusión y medias verdades sobre la situación en las cárceles españolas, quiero darle mi opinión sobre el particular, como americano residente en la Prisión Provincial de Málaga.Contrariamente al trepidante recelo y preocupación de mis familiares y amigos en Estados Unidos sobre las cárceles españolas, quiero decir que las cárceles españolas no son sucios lugares de intencionada brutalidad, como ha hecho creer un sector de los medios de comunicación internacionales.

Estoy siendo tratado de una manera equitativa y correcta por parte de la mayoría de los funcionarios que prestan sus servicios en este centro, quienes se muestran solícitos, a pesar de la dificultad que entraña ser extranjero y no comprender el idioma, lo que es una barrera a la hora de llevar a cabo un trato profundo.

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La nueva dirección del establecimiento, así como la Administración, han conseguido mejorar los racionados, bien preparados y científicamente equilibrados, aunque el problema de la distribución continúa, debido a las características de este establecimiento. Lo único que considero deficiente es la atención médica, pues no se cuenta con la dotación facultativa necesaria para llevar a cabo una adecuada atención sanitaria, bastante necesaria, por cierto. También se está llevando a cabo una aplicación, creo yo, bastante flexible en cuanto a los reglamentos se refiere, facilitanto a todos los internos que puedan tener relaciones con sus familiares y allegados íntimos de manera satisfactoria. Las razones por las que me encuentro en ésta no son de importancia en el sentido de esta carta. Lo importante es el hecho de que la nueva administración penitenciaria lo está haciendo bastante bien y se están, cada vez más, respetando los derechos que garantiza la Constitución en la mayoría de casos. /

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