Demora en el estudio del parquímetro portátil

El estudio sobre la posible implantación del parquímetro electrónico portátil, que fue presentado en el curso de las Jornadas sobre Circulación y Transportes, celebradas en Madrid el pasado mes de abril, se ha pospuesto hasta el otoño, según fuentes municipales. La utilización de este aparato, que ha causado una impresión favorable, dependerá de su homologación por el Ministerio de Industria y de las tarifas que se aprueben para la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA).El aparato, de tamaño similar al de una calculadora, se carga según el número de horas que el usuario desea. A partir ...

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El estudio sobre la posible implantación del parquímetro electrónico portátil, que fue presentado en el curso de las Jornadas sobre Circulación y Transportes, celebradas en Madrid el pasado mes de abril, se ha pospuesto hasta el otoño, según fuentes municipales. La utilización de este aparato, que ha causado una impresión favorable, dependerá de su homologación por el Ministerio de Industria y de las tarifas que se aprueben para la Operación de Regulación de Aparcamiento (ORA).El aparato, de tamaño similar al de una calculadora, se carga según el número de horas que el usuario desea. A partir de ese momento, el aparato, que se coloca dentro del vehículo, se podrá utilizar dentro de la zona de la ORA hasta que se agote el cupo de horas pagadas, siempre en períodos máximos de hora y media.

Con este parquímetro, el usuario sólo paga el tiempo real de estacionamiento de su vehículo y no tendrá que preocuparse por si sobrepasa la media hora o la hora que actualmente quedan fijadas en las tarjetas.

El sistema consiste en cargar el aparato en una oficina municipal por el tiempo que el propietario desee. Una vez pagadas estas horas, el aparato va descontando los sucesivos tiempos utilizados hasta el consumo total de las horas pagadas, momento en que tendrá que volver a ser cargado.

El aparato, por otra parte, indica visiblemente la superación delos 90 minutos de estacionamiento que el bando municipal permite como tope máximo.

La única pega que se le atribuye por el momento al aparato, a la espera de que se pronuncie sobre él el Ministerio de Industria, es la posibilidad de que se pueda manipular. En caso de que se demuestre que es imposible realizar alguna manipulación, y manteniendo el actual sistema de tarjetas de aparcamiento para aquellos que lo desearan, estos aparatos sepondrían a la venta a un precio que puede oscilar entre las 2.000 y las 4.000 pesetas.

Este sistema tiene como contrapartida, que el usuario de este aparato tendrá que desplazarse hasta la oficina municipal en la que se realice la carga y control.

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