Un presupuesto en aumento
El presupuesto saudí para el ejercicio fiscal 1983-1984, anunciado el miércoles por el rey Fahd de Arabia Saudí, asciende a 78.000 millones de dólares (10,6 billones de pesetas), 13.000 millones (1,7 billones de pesetas) menos que el del ejercicio anterior.El soberano se apresuró en precisar que de los 91.000 millones de dólares de presupuesto previsto para 1982-1983 sólo 72.000 millones fueron realmente gastados. El nuevo presupuesto supone, por lo tanto, un aumento de facto de 6.000 millones de dólares con relación al anterior y esto a pesar de la reducción de los ingresos petrolífero...
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El presupuesto saudí para el ejercicio fiscal 1983-1984, anunciado el miércoles por el rey Fahd de Arabia Saudí, asciende a 78.000 millones de dólares (10,6 billones de pesetas), 13.000 millones (1,7 billones de pesetas) menos que el del ejercicio anterior.El soberano se apresuró en precisar que de los 91.000 millones de dólares de presupuesto previsto para 1982-1983 sólo 72.000 millones fueron realmente gastados. El nuevo presupuesto supone, por lo tanto, un aumento de facto de 6.000 millones de dólares con relación al anterior y esto a pesar de la reducción de los ingresos petrolíferos que padecerá el reino saudí. A causa de esta disminución el presupuesto prevé, por primera vez, un déficit de unos 10.500 millones de dólares, que será financiado recurriendo a las reservas monetarias del Estado, evaluadas en unos 150.000 millones de dólares.
El 86% del presupuesto, 67.500 millones de dólares, será financiado con los ingresos del Estado, originados en un 81% por el petróleo. Gracias a su producción petrolífera, que espera mantener en 5 millones de barriles diarios, el Estado saudí espera ingresar durante el próximo ejercicio fiscal 55.000 millones de dólares.
La publicación especializada británica London Oil Reports asegura en su último número que la producción saudí de crudos se sitúa diariamente en 2,5 millones de barriles diarios y, durante una semana bajó, incluso, a 1,8 millones. De confirmarse esta tendencia, el reino saudí tendrá que echar mano, más ampliamente, de sus reservas para suplir el déficit presupuestario.