EL PAÍS

El periódico independiente madrileño EL PAIS escapa, de hecho, a cualquier clasificación ideológica simplista. Ciertamente, contribuyó a la amplia victoria socialista en las elecciones legislativas del 28 de octubre último. Hoy día, sin embargo, en el entorno del primer ministro Felipe González se le califica de "traidor". Una acusación hipócrita pretende explicar su línea editorial por simples preocupaciones comerciales. Si EL PAIS ha dejado de ser prosocialista, se pretende en suma, es porque se teme una disminución de la tirada idéntica a la de Le Monde y Le Matin de Paris en ...

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El periódico independiente madrileño EL PAIS escapa, de hecho, a cualquier clasificación ideológica simplista. Ciertamente, contribuyó a la amplia victoria socialista en las elecciones legislativas del 28 de octubre último. Hoy día, sin embargo, en el entorno del primer ministro Felipe González se le califica de "traidor". Una acusación hipócrita pretende explicar su línea editorial por simples preocupaciones comerciales. Si EL PAIS ha dejado de ser prosocialista, se pretende en suma, es porque se teme una disminución de la tirada idéntica a la de Le Monde y Le Matin de Paris en Francia, tras el triunfo de François Mitterrand.EL PAIS, indiscutiblemente, molesta. Creado en 1976, con una difusión un año más tarde de 128.000 ejemplares, ha logrado situarse en cabeza de los diarios españoles, con una tirada media actual de cerca de 300.000 ejemplares. Molesta, pues, por su éxito, pero sobre todo por la independencia que consigue mantener su joven director, Juan Luis Cebrián. Nadie había creído que esta independencia llegase a la crítica despiadada de un Gobierno socialista.

El gulag sociológico tenido antaño por la derecha y hoy día por la izquierda española y europea en torno a la información, la división arbitraria del mundo y de los espíritus, progresistas y reaccionarios, la negativa del derecho a los matices, sobre todo en el primero de estos dos campos, en resumen, el totalitarismo que se ampara hipócritamente de la Prensa (todos los palestinos son "progresistas", todos los antísandinistas son "somozistas", todos los adversarios de las nacionalizaciones son "conservadores", etcérera), este maniqueísmo dictatorial, EL PAIS es quizás el único periódico español en evitarlo".

¿Qué otro diario progresista (puesto que EL PAIS está reconocido internacionalmente como tal) pretendería, en efecto, advertir a un Gobierno socialista, en este caso a Felipe González, que diez millones de votos no permiten censurar ni manipular la televisión?, o aun que la eliminación de las torturas policíales, cuya persistencia es manifiesta, es uno de los imperativos de una sociedad civilizada? ( ... )

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Aunque no les guste a los socialistas, los españoles tienen, pues, la suerte de poder leer un periódico verdaderamente progresista. Un periódico digno, cuidadoso, cualquiera que sea el régimen, de ejercer un contrapoder en favor de la salvaguardia de las libertades. La prueba, en definitiva, de que el periodismo, el verdadero, no es ni de izquierda ni de derecha.

11 de abril.

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