Cartas al director

El "refugio" veraniego del vejete

No son pocas las familias que al acercarse el verano tienen el no pequeño dilema de dejar al abuelete en lugar apropiado, para ella, la familia, poder irse tranquila al sitio veraniego para pasar las vacaciones. Casi siempre resuelven la situación ingresando al patriarca en una residencia, precisamente para ancianos, pues creen que lo va a pasar muy bien, ¡quizá mejor que en su casa!... Algunas veces, por desgracia, así es, pues en la residencia le tratan a cuerpo de rey, y lo atienden y lo miman que da gusto...Mas no todo el monte es orégano, y yo lo puedo asegurar por experienc...

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No son pocas las familias que al acercarse el verano tienen el no pequeño dilema de dejar al abuelete en lugar apropiado, para ella, la familia, poder irse tranquila al sitio veraniego para pasar las vacaciones. Casi siempre resuelven la situación ingresando al patriarca en una residencia, precisamente para ancianos, pues creen que lo va a pasar muy bien, ¡quizá mejor que en su casa!... Algunas veces, por desgracia, así es, pues en la residencia le tratan a cuerpo de rey, y lo atienden y lo miman que da gusto...Mas no todo el monte es orégano, y yo lo puedo asegurar por experiencia propia: existen residencias para ancianos (no una, sino varias) en las cuales el tratamiento a que someten a las personas de la tercera edad es completamente inhumano, valiéndose de que estas personas ancianas son incapaces de enfrentarse con sus verdugos, que son los jefes y sus secuaces. Veremos un ejemplo que tuve que sufrir en agosto del pasado año:

Primero afirmaré que tuve que abonar 45.184 pesetas por mi estancia en una residencia de ancianos sita en el madrileño barrio de El Plantío, o sea, a razón de 1.500 pesetas diarias. Ahora consideren ustedes el trato:

1. Prohibición absoluta de salir a la calle.

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2. La correspondencia se nos daba violada, o sea, abierta (cosa penada por las leyes).

3. Incomunicados también por teléfono con el exterior.

4. Ningún sistema de esparcimiento (libros, revistas, juegos de mesa, etcétera).

5. La comida, pésima (ejemplo: una llamada sopa, sin sustancia, un pimiento frito y una manzana más dura que el alma de Judas ...).

6. Inexistencia de un libro de reclamaciones.

7. Convivencia con ancianos retrasados mentales. ¡Todo un programa de festejos! /

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