El presidente recupera su aire populista

Felipe González se limitó a sonreír, algo desconcertado, cuando el alcalde de Zaragoza, Ramón Sainz de Varanda, al inaugurar ayer la reunión de altos cargos socialistas, citó a Santa Teresa para decir que "Dios también está entre los pucheros". "Una cita que va a hacer las delicias de Peridis", diría luego el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE en un momento de su discurso. Aunque apenas permaneció dos horas con los alcaldes socialistas, González dio muestras de un buen humor y de una proximidad que dificilmente ha podido aprecíársele durante los últimos meses en la Moncloa.E...

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Felipe González se limitó a sonreír, algo desconcertado, cuando el alcalde de Zaragoza, Ramón Sainz de Varanda, al inaugurar ayer la reunión de altos cargos socialistas, citó a Santa Teresa para decir que "Dios también está entre los pucheros". "Una cita que va a hacer las delicias de Peridis", diría luego el presidente del Gobierno y secretario general del PSOE en un momento de su discurso. Aunque apenas permaneció dos horas con los alcaldes socialistas, González dio muestras de un buen humor y de una proximidad que dificilmente ha podido aprecíársele durante los últimos meses en la Moncloa.Entre los militantes socialistas, y en una de sus raras apariciones públicas como secretario general del partido, el presidente pareció recuperar algo de su antiguo aire populista: poco antes de abordar el avión que le llevaría al Algarve, bromeó diciendo que había olvidado su pasaporte y posiblemente no le dejarían entrar en Portugal. Minutos antes había acudido "a saludar a los de la canallesca"..

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El ambiente distendido y festivo que rodeó este acto de la precampaña socialista influyó sin duda en el buen humor del presidente. Cerca de un millar de alcaldes del PSOE, 200 concejales y otros altos cargos del partido participaron en esta conmemoración. Jóvenes y viejos, representantes de ayuntamientos grandes y pequeños, empleando un lenguaje radical o moderado, intervendrían después en un almuerzo de clausura en el que, ya con la ausencia de González, la vedette fue, sin duda, Enrique Tierno Galván. Ya antes, en una conferencia de prensa, el alcalde y candidato por Madrid había hecho las delicias de los periodistas al insistir en que su actitud frente a sus adversarios electorales "será, como siempre, la de la buena crianza, haciendo oídos de mercader a cuanto pudiera significar querellas".

Luego, el alcalde madrileño se refirió a la necesidad de insistir más en el carácter socialista de los gobiernos municipales en los próximos cuatro años: "Es menester que la palabra socialismo esté llena de referencias al presente. Los próximos cuatro años tienen que matizar más que en el pasado lo que tengan de socialismo". Después dijo que "las ciudades siguen siendo testimonio de una profunda desigualdad".

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